Por más que don Emilio Azcárraga sea elegante para reconocer al campeón del fútbol mexicano, habrá que ser ciertos y no confundir a los aficionados. En un afán de querer quitarse la presión de tantos beneficios en su historia por el arbitraje, cada que ellos creen que son perjudicados por el sistema (del que son dueños) salen a decir que ese mito ya no puede seguir en los medios.

Acostumbrados a marcar la agenda, confunden conceptos elementales tratando de desviar la atención de la derrota y adjudicándole al VAR y la desorganización de la Comisión (quien dirige el arbitraje en México cobró por años de la misma empresa del Ame) para decir que no los ayudaron.

Una cosa es marcar lo correcto y gracias a las herramientas aunque no se estén aplicando como debería, pero resuelven el error de una marcación, le dicen error arbitral. Se imaginan que el VAR n o hubiera estado en la final, en la ida el juego hubiera quedado 1-0 a favor del América y la vuelta al medio tiempo estaría 3-0. Por eso es muy fácil escupir al cielo, sin darse cuenta que más allá del protocolo de ejecución, las decisiones arbitrales de la final fueron justas.

Entiendo que lleven tantos años con ese imperio del mal, que quieran justificar tantos años de oscurantismo pero seamos serios y por fin espero que americanismo más allá de su dueño, reconozca la derrota de la forma más sensata posible. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A la frase de siempre, el americanismo no sabe perder.

¡Feliz año 2020 para todos! Gocen del brindis.

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