Si hay una selección que le tiene tomada la medida a México, es la de Argentina. Sólo cuatro triunfos en 25 juegos disputados. Un porcentaje bastante bajo.
Lo peor de todo es que es el equipo al que más hemos enfrentado, fuera de la Concacaf, desde 2005 . Nueve partidos sin conocer la victoria.
Hoy, los de Scaloni saldrán con un cuadro alternativo, evidentemente ante la sanción de Leo Messi y sin los estelares de la Albiceleste, mismos contra los que jugamos en noviembre dos ocasiones en su país, perdiéndolas con equipos diferentes 2-0 y, con el entendido que los del Tata Martino van con cuadro de lujo, hoy —más allá de las formas— existe el compromiso de ganar sí a sí.
Es momento de dar el mensaje claro y contundente de que hay ganas de competir.
Es cierto que el viernes, en Nueva Jersey , fue un día de campo para México, pero hoy San Antonio debe ser la sede que nos diga que Argentina no nos gana sólo con la playera, que hoy en nuestras filas hay futbolistas que están pidiendo mejores oportunidades y que en verdad esta debe ser una rivalidad pareja.
Se tiene la idea de que los sudamericanos —sin Messi—, son un equipo común y corriente, pues ahora es momento de demostrarlo a su equipo B. Ante pocas pruebas complejas en la cancha en todo este año para la Selección Mexicana, hoy deben dar igual las formas y exigir, por orgullo, el resultado.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A esos días donde te das cuenta que llevas nueve partidos, desde 2004, sin ganarle a la Argentina.
