El concepto de ‘ola democrática’ fue un término acuñado por Samuel Huntington , profesor de Harvard, en su obra La Tercera Ola (Paidós/1994) para describir el proceso de democratización en varios países a fines del siglo pasado.

Después de las tres primeras olas democráticas (la primera de 1828 y 1926, la segunda de 1943 a 1962 y la tercera de 1974 a 1989), una breve cuarta ola ocurrió a principios del 2010, en el norte de África y Medio Oriente. Algunos países sacudieron a sus gobiernos autoritarios con rebeliones y protestas que concluyeron con el derrocamiento, y hasta la ejecución de quienes detentaban el poder dictatorial. Los más representativos fueron Zine El Abidine Ben Ali en Túnez (23 años en el poder), Hosni Mubarak en Egipto (30 años), y Muamar Gadafi en Libia (42 años). A este proceso democrático se le denominó “La Primavera Árabe”.

Huntington nos alertó también que a cada ola democrática corresponde una ‘ola antidemocrática’, es decir, una transformación política en sentido inverso, que revierte a la democracia hacia un nuevo autoritarismo. Según este politólogo, la primera ocurrió entre 1922 y 1942, cuando varios países democráticos pasan a ser regímenes militares entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial; y el segundo ocurre entre 1959 y 1975 con más de 30 golpes de estado en diversas democracias.

Después de la “Primavera árabe” una tercera ola antidemocrática se está extendiendo por todo el mundo. En África hay dirigentes que cuentan con decenios en el poder como Teodoro Obiang Nguem en Guinea Ecuatorial desde 1979, Paul Biya en Camerún desde 1982, y Yoweri Museveni en Uganda desde 1986. En Europa, Alexander Lukashenko en Bielorrusia desde 1994, Vladimir Putin con casi 22 años en el Kremlin y recientemente los casos de Erdogan en Turquía y Orbán en Hungría. En Latinoamérica la dictadura socialista cubana de los Castro desde 1959, ahora se mantiene con Miguel Díaz-Canel ; Daniel Ortega en Nicaragua y su quinto mandato presidencial, y la Revolución Bolivariana en Venezuela primero con Hugo Chávez y ahora con Nicolás Maduro desde 1999. En Asia el régimen comunista chino en el poder desde 1949, o el de Norcorea desde la década de 1950.

Ante la expansión global del autoritarismo populista, cabe preguntarse si EU, aprendió o no las lecciones del pasado 6 de enero del 2021, y si la ola antidemocrática también arribó a sus playas cuando grupos de supremacistas blancos, los Proud Boys, Three Percenters , Nationalist Social Club, y Traditionalist Worker Party, tomaron con lujo de violencia el Capitolio. Pero sobre todo ahora que se ha hecho público el borrador de la orden ejecutiva (“executive order”) de Trump ordenando al Ejército que tomara las máquinas de voto electrónico en varios estados durante la pasada elección presidencial para revertir el resultado, técnicamente un golpe de Estado para mantenerse en el poder.

Fundamental recordar lo que aconsejó el expresidente de Uruguay, Mújica al joven presidente electo de Chile, Gabriel Boric : “Hay que gobernar, pero no matar lo que va a quedar después de ti y de tu generación que son otros”.

Docente/investigador de la UNAM

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