Afirma Don Winslow en Un soplo de aire fresco, su primera novela publicada en Estados Unidos en 1991, y por Penguin Random House en la Ciudad de México, en 2014, en la que presenta al joven detective Neal Carey en un caso espectacular que lo llevará a Londres, donde aparte de su incursión en el mundo del hampa local, deberá generar fuertes dosis de adrenalina que lo conducirán de las dudas sobre el oficio a la afirmación necesaria en un joven que se está convirtiendo en hombre, sin dejar de lado la lealtad y el amor; ya saben, esa cosa esplendorosa que provoca sudoraciones, dificultades en el habla y peligrosas taquicardias; además de todo el universo de ilusiones que los enamorados recrean todos los días y que son la belleza al alcance de todos.

Neal Carey es un chico de la calle que vive de pequeños robos o de escabullirse sin pagar de donde puede. Un día difícil, cuando aún es un niño de 11 años, en un pub irlandés le extrae la cartera a un hombre maduro y bien vestido. Ambos están en la barra y Neal decide que será algo fácil. Realiza la operación, se marcha, pero el hombre se da cuenta y sale tras él. Neal está en su barrio en Nueva York y conoce todos sus vericuetos. Advierte que el sujeto lo sigue y que corre como joven. Llegan a un callejón. El fugitivo se dispone a saltar una alta malla ciclónica y después de ese punto está seguro que será imposible para el perseguidor darle alcance. Empieza a trepar y a disfrutar su triunfo cuando siente un tremendo golpe en la espalda que lo priva del conocimiento y cae. Así es como conoce a Joe Graham, quien se convertirá en su tutor y posteriormente en su padre y maestro. ¿Qué fue lo que lanzó Graham para que el niño cayera inconsciente? Les encantará saberlo.

Don Winslow, que nació en Nueva York en 1953 y vive en su rancho californiano, alcanzó fama mundial con El poder del perro (2005); sin embargo, su carrera inició en este punto y a la fecha Neal Carey es el personaje de al menos cinco novelas de su extensa producción. Winslow es un hombre tranquilo, amistoso, que confía decididamente en el trabajo paciente y propositivo, al menos así lo demuestra en esta novela en que trabaja atmósferas perfectas y nos pone al tanto de por qué Neal Carey es un detective tan efectivo y sentimental. Graham percibe inteligencia en el chico, de manera que lo adopta y le resuelve el problema económico. Él trabaja para un banco que resuelve cualquier asunto que afecte el buen nombre de sus clientes; desde luego, los hombres más ricos de Rhode Island. Para esto, unos son investigadores y otros no se tientan el corazón para enviar a cualquiera que estorbe al otro mundo. Mientras el chico crece, lo entrena en todos los aspectos técnicos que un detective debe dominar para ser exitoso. Además de disparar con tino y saber poner cualquier tipo de cara, lo enseña a seguir sospechosos sin que lo sientan; un aspecto en que Graham es un experto y después de arduos años de entrenamiento, Neal lo hace aceptablemente. Mientras eso, ayuda en algunos casos y asiste a una universidad privada pagada por el banco.

En algún momento Carey enfrenta una prueba como investigador y fracasa. Londres puede ser su tumba o su reivindicación. Allie, la hija del senador John Chase, de 17 años, se ha fugado justo cuando el señor tiene una oportunidad de competir para vicepresidente y le urgen fotos de una familia feliz. Las investigaciones preliminares indican que la joven es drogadicta y le encanta el sexo; además de que ha sido abusada por un miembro de la familia. La chica fue vista en Piccadilly Circus y hacia allá viaja Neal, fastidiado porque no podrá ver cómo sus adorados Yanquis ganan el campeonato y serán contendientes en la serie Mundial de beisbol. Lo recibe un contacto al que no vuelve a ver y empieza un trabajo donde la paciencia es fundamental. Pasan varias semanas hasta que la hermosa chica de ojos azules y cuerpo perfecto aparece. Al detective no le sorprende la manera en que esta niña caprichosa se gana la vida. Cuidadosamente se relaciona con su padrote, un tipo que intenta participar en el mercado de las drogas duras que controlan los chinos. Neal Carey realiza una serie de maniobras que lo llevarán por arriesgadas rutas de las que será imposible rescatar a Allie sin recibir un plomazo en el pecho. Don Winslow lleva su historia al límite y resulta difícil y emocionante adivinar si Neal podrá con el paquete. Sé que disfrutarán esta novela. Cuídense y ya me contarán.

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