El 7 de febrero hubo elecciones en el Ecuador y hay novedades; analizaré dos cuestiones: La primera es el perfil étnico-religioso de algunos de los candidatos y la segunda algunos aspectos de la coyuntura electoral que son inquietantes e intrigantes.

Tenemos un católico conservador, miembro supernumerario del Opus Dei, Guillermo Lasso, quien era considerado el favorito de centro derecha para confrontarse en la segunda vuelta con el candidato de izquierda, el correísta, Andrés Arauz. El candidato “en la sombra” es el expresidente Rafael Correa, imposibilitado de presentarse como candidato. Correa es un católico de izquierda, cercano a la Teología de la Liberación, formado en la Universidad de Lovaina en Bélgica, un centro académico muy reputado de esta tendencia político-religiosa. Obtuvo un doctorado en Economía en la Universidad de Illinois.

Los evangélicals fundamentalistas tienen un candidato, el abogado Gerson Almeida, fundador de una mega-iglesia evangélica, Iglesia Ministerio Betel Casa Apostólica en Ecuador, donde es además pastor y apóstol. Almeida tiene una maestría en teología. Convocó junto con la Conferencia del Episcopado Ecuatoriano a la marcha anti LGTBQ “#ConMisHijosNoTeMetas” y es representante del Movimiento Vida y Familia en Ecuador.

Otro candidato es Yaku Sacha Pérez Guartambel, abogado, con cuatro posgrados en cuestiones ambientales y justicia indígena, representante del partido Pachakutik, presidente de la Confederación de Pueblos Kichwas del Ecuador (Ecuarunari) tiene un programa de reivindicaciones étnicas, confrontado con los permisos mineros y por el control del agua, tuvo fuertes conflictos con el correísmo. Es un exponente del nacionalismo kichwa.

Las sorpresas electorales

El 7 de febrero fue la primera vuelta electoral en Ecuador y los resultados son inciertos, aunque está claro que el candidato pro-vida Gerson Almeida fue descartado, obtuvo apenas el 1.68, un resultado ínfimo. Los candidatos requieren obtener el 50+1% para evitar la segunda vuelta, en el caso que el ganador obtenga 40% de los votos y tenga una distancia de más del 10% del siguiente obtiene el triunfo. Los resultados ecuatorianos son inciertos y se corre el riesgo de un evento similar al boliviano de 2019. La lectura del escrutinio muestra un dato inquietante, el 11.56% de las actas no están incluidas pues tienen observaciones, son 4621 mesas electorales. También de los votos escrutados el 12.46% de los votos son nulos o en blanco, lo cual ha generado reclamos que exigen un recuento minucioso, tanto de los anulados, como de las actas impugnadas. El detalle es que el voto conservador se dividió en distintas opciones y Yaku Pérez tiene 20.06% y Guillermo Lasso 19.53%, un empate técnico que podría ser revertido si incluyen las actas omitidas y los votos observados. También el voto de Arauz podría crecer y si llegase al 40% se queda con la presidencia, pues tendría más del 10% de diferencia.

¿Qué pasará en una segunda vuelta electoral? Los resultados son imprevisibles y depende de quién quede en segundo lugar, si quedase Guillermo Lasso tendría los votos de Yaku Pérez quien ya lo respaldó anteriormente y de ganar negociaría espacios para su equipo étnico, aunque no le alcanza, necesita los votos de Xavier Hevias, el cuarto que tiene 16% de los votos. Si Yaku pasara a la a la segunda vuelta habría que ver qué sucede. No le sería tan fácil a Guillermo Lasso de convencer a su electorado que apoyen al movimiento Pachakutic y habría que ver si los votantes de Xavier Hervas (45 años), de Izquierda Democrática, quien capitalizó un voto joven y progresista, no se inclinan por Arauz, un economista joven (37 años), formado en la Universidad de Michigan y FLACSO, que está por presentar su doctorado en Economía Financiera en la Universidad Nacional Autónoma de México.

También es interesante ver el contexto internacional. Ecuador eliminó su moneda y tiene el dólar americano como medio de pago; Arauz y Correa tienen una política pro derechos y protección a la Comunidad LGTBQ. Arauz es miembro de la Internacional Progresista fundada en 2018 por y y fue lanzado por y Democracy in Europe Movement 2025 (DiEM25). La pregunta es si la juventud de Arauz y la ola Biden en Estados Unidos no favorece a Arauz, frente a Lasso (66 años), un viejo lobo de mar en la política ecuatoriana, al igual que contra Yaku Pérez (57 años) pues muchos jóvenes y votantes en general no Kichwas probablemente vean con reservas su propuesta etnicista.

La moneda está en el aire y le sugerimos no hacer apuestas.

Doctor en Antropología, profesor investigador ENAH-INAH 

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