El inicio de las obras de semipeatonalización de la calle Amberes en la Zona Rosa, puso de manifiesto un problema que ha traído en jaque al Gobierno capitalino por lo menos el último mes, el ambulantaje. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Zona, Rosa Rafael Saavedra, señaló que el comercio informal está desbordado en calles como Génova, Sevilla, Hamburgo, Chapultepec, y las inmediaciones de la Glorieta de Insurgentes, ambulantes que operan tanto en la mañana, tarde, noche y madrugada. Por ello, el llamado a las autoridades es a que esta nueva intervención en esta zona de la alcaldía Cuauhtémoc vaya acompañada de un programa de ordenamiento.
¿Usted ya sabe cómo separar la basura?
Comenzó la cuenta regresiva para la entrada en vigor de las nuevas disposiciones sobre cómo habrá de separarse la basura en la Ciudad de México a partir del 1 de enero. Hace unos días, el Gobierno capitalino comenzó una campaña de información sobre cómo y en qué día es que habrán de entregarse los residuos a los camiones recolectores, aunque las dudas aun imperan entre la población e incluso entre los propios recolectores. La secretaria del Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza, declaró a EL UNIVERSAL que el principal objetivo de esta medida es reducir al máximo las toneladas de basura que llegan a los sitios de disposición final y enfatizó en que no se están contemplando sanciones para quienes no separen sus residuos, eso sí, de no hacerlo, simplemente el camión no se los llevará.
Aumento al transporte, insuficiente, insisten
La Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad dio a conocer que el último aumento de 1.50 pesos a la tarifa del transporte concesionado impide que los más de 18 mil microbuses dejen de circular en la Ciudad de México, esto de acuerdo con el análisis de Luis David Berrones, académico del Sistema Nacional de Investigación, con especialidad en logística y transporte urbano, quien señala que dichos recursos son insuficientes incluso para dar mantenimiento a las unidades en circulación, cuanto más, para adquirir nuevos autobuses y formar sociedades mercantiles como establece la Ley de Movilidad de la CDMX, pues llevaría a su quiebra inminente como empresas. La otra cara de la moneda, y en la que los concesionarios podrían ser más autocríticos es en la calidad del servicio, donde los usuarios han señalado en reiteradas ocasiones que no mejora, pese a los incrementos.

