Recientemente, se publicó el documento Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana, a cargo de la Dirección General de Desarrollo Curricular; unidad que depende de la Subsecretaría de Educación Básica y que es “responsable de planear, diseñar, elaborar y mantener actualizado el currículo de educación básica”. Esta nueva propuesta curricular ha sido severamente criticada por algunos especialistas por sus potenciales consecuencias negativas, tanto para alumnos como para docentes y sociedad en general. Debido a que este proyecto no respeta sino atropella principios constitucionales básicos y representa un atentado contra los derechos de los niños y jóvenes a recibir una educación de calidad, un grupo de ciudadanos publicamos el desplegado “En defensa de la educación”, en el que se alude a los peligros ya señalados, uno de los cuales es la posible desaparición o gtransformación de los grados escolares, tal y como los conocemos.

Con esta preocupación, María Cabadas entrevistó a algunos especialistas (entre los que me encuentro) y publicó una nota sobre el tema

, donde explica que los grados escolares se sustituirán por una figura llamada fases de aprendizaje. Dado que es difícil entender la desaparición de los grados escolares (y hay quienes lo han negado públicamente), me propongo explicar qué es lo que se dice en este extenso y confuso documento al respecto. El texto contiene 159 cuartillas y hace referencia en 22 ocasiones al tema de grados escolares y en nueve momentos al concepto de fases de aprendizaje. De éstas y otras menciones, transcribo las siguientes:

1. La fragmentación del currículo (en asignaturas) propicia que el docente pierda la visión de conjunto en los procesos de enseñanza y aprendizaje dentro de las disciplinas de un mismo grado (p. 46),

2. … se plantea una estructura de campos formativos, en lugar de asignaturas, que favorecen la integración del conocimiento (p. 5),

3. Los campos formativos propuestos para educación básica son: a) Lenguajes, b) Saberes y Pensamiento Científico, c) De lo Humano a lo comunitario y d) Ética, Naturaleza y Sociedad (p. 127),

4. Además de la organización de los conocimientos a impartir por campos formativos

(el subrayado es mío) (p. 6)

5. (Los cuatro) niveles (educación inicial, preescolar, primaria y secundaria) … se han dividido en seis fases: I) 0-3 años, II) 1º, 2º y 3º preescolar, III) 1º y 2º de primaria, IV) 3º y 4º de primaria, V) 5º y 6º de primaria y VI) 1º, 2º y 3º secundaria (p. 153),

6. Las progresiones de aprendizaje se entienden como referentes para maestras y maestros … y sirven para ubicar niveles de aproximación a los saberes en un momento de desarrollo en el que se encuentran las y los estudiantes durante el ciclo escolar (p. 140).

En síntesis, el Marco curricular 2022 para la educación básica propone, entre otros, los siguientes cambios: 1) agrupar las asignaturas (o disciplinas) en cuatro campos formativos más amplios (por ejemplo, las matemáticas formarán parte de Saberes y Pensamiento Científico), 2) agrupar los grados escolares en seis fases de aprendizaje y 3) trabajar los saberes por progresiones de aprendizaje a lo largo de las fases.

Una de esas dudas que quedan sin resolver tiene que ver con la conservación de los grados escolares (como los conocemos) y a su utilidad en el nuevo currículo. Por un lado, parece inútil conservarlos en un esquema que los agrupa en fases de aprendizaje. En sus propias palabras, la idea: “…es transitar de grados escolares al establecimiento de contenidos por fases de aprendizaje”. Por otro lado, a pesar de que en el documento se menciona 83 veces la palabra evaluación, en ningún caso se refiere a la forma de evaluar o acreditar los conocimientos adquiridos, las progresiones de aprendizaje, los grados escolares o las fases de aprendizaje.

El texto del planteamiento curricular 2022 es confuso, contradictorio, eufemista y deje muchas dudas. Parte del principio de que todo lo realizado en el pasado estaba mal y que la nueva propuesta resolverá todos los problemas educativos existentes en el país. Sin embargo, sus planteamientos no se basan en un diagnóstico sobre el estado actual de la educación en México (especialmente, después de la pandemia) y tampoco hace referencia a los resultados de la investigación educativa ni a experiencias exitosas de modelos similares en países equivalentes al nuestro.

P.D. Llama la atención que no sea la directora general de desarrollo curricular quien se encargue de explicar la reforma curricular, sino el director general de materiales educativos que no tiene esta función.

Presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa, A.C.
@EduardoBackhoff

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