El ambiente tenso, rasposo, que se vive dentro de la Suprema Corte de Justicia y el teatro bufo que vemos desde hace meses en el Tribunal Federal Electoral tienen un mismo origen: la grosera, insistente, conducta del Ejecutivo para intervenir en las decisiones jurisdiccionales de estos organismos del Poder Judicial de la Federación.

Un día de Agosto de 2018 –mañana se cumplirán 3 años- López Obrador era declarado Presidente Constitucional al recibir la constancia que lo declaraba Presidente Constitucional. Justo sucedió en la sede del Tribunal, en la calle Carlota Armero del sur de la Ciudad de México .

En ese posicionamiento, el proclamado Jefe del Poder Ejecutivo Federal fue propositivo, institucional:

“Ofrezco a ustedes -dijo entonces un López Obrador mesurado, republicano- señoras, señores magistrados, así como al resto del Poder Judicial, a los Legisladores y a todos los integrantes de las entidades autónomas del Estado, que no habré de entrometerme de manera alguna en las resoluciones que únicamente a ustedes competen”.

Pero lo que no tiene medida, apenas tres años después, es que les dejó caer esta frase, que hoy suena a charada:

, cada quien actuará en el ámbito de su competencia y la suma de los trabajos, respetuosos e independientes, fortalecerá la República y el Estado democrático …”

Mañana se cumplirán 36 meses de este pronunciamiento público. Del Poder Legislativo mejor ni hablamos, con eso de que ahí no tocan al Ejecutivo ni con el pétalo de una coma. Ahí, los de Morena y sus sirvientes del Verde y el PT son personeros, simples ejecutores y apéndices de Amlo, con sus muy honrosas excepciones.

Pero lo ocurrido el Miércoles en la sesión de Pleno de la Sala Superior del Tribunal Electoral es una muestra exaltable de que si hay posibilidades para que algunas instituciones se rebelen ante las claras intromisiones del Ejecutivo de imponerse como el Poder de los Poderes.

A diferencia del Ejecutivo, el Poder Judicial tiene instituciones cuyo funcionamiento y gobierno depende de una estructura colegiada de pares, que alcanzan acuerdos para el procesamiento de sus materias y nombran a un Presidente para que ejerza la función administrativa que la legislación le confiere.

Agotados ante las repetidas y sesgadas decisiones de José Luis Vargas , entonces Presidente del Tribunal, consistentes en diferimiento de sesiones, presunta ‘disciplina’ con el anuncio anticipado de sus votos y el manejo arbitrario del turno de los asuntos, una mayoría de Magistrados abrió una sesión que encabezó Janine Otálora para que cinco de ellos lo destituyeran.

Las conductas de Vargas, han dicho de diversas maneras los Magistrados Electorales, con frecuencia se han inclinado a favorecer posturas de la actual administración Obradorista, o su partido Morena.

La respuesta de la mayoría de los Magistrados, primero, fue ir en sentido contrario de asuntos que resultaban sensibles a la 4T. La quema de Félix Salgado y Raúl Morón son un ejemplo de esa conducta colectiva adoptada por al menos cinco Colegiados.

Elemental como es en varias de sus reacciones, López Obrador despotricó cuando bajaron de la contienda a sus leales y ha fustigado a los Magistrados del Tribunal en innumerables mañaneras, casi en la misma cantidad que lo ha hecho contra los Ministros de la Corte.

Después del jueves de la defenestración de José Luis Vargas por parte de la mayoría de sus pares, sucedieron dos hechos altamente significativos.

Primero, el Presidente de la Suprema Corte fue invitado -¿citado?- a desayunar con el Presidente de la República… ¿Cómo para qué lo hicieron público, después de tantas reuniones en lo oscurito?.

Lo segundo fue que los cinco Magistrados que tiraron de la silla a José Luis Vargas le pidieron por escrito y firma digital una cita a Arturo Zaldívar , para hablar de la tempestad que mandó al mástil mayor al entonces Presidente.

La reunión se concretó y de ella poco se supo, pero…

VARGAS, INVIABLE

Desde el jueves por la tarde fue citada una conferencia de prensa con el Presidente de la Corte, que se hizo en el área de murales del Tribunal Constitucional, a las 10.

Zaldívar Lelo de Larrea fue como viejo bikini: dejó ver mucho, pero no lo sustancial.

En principio, el objetivo de la conferencia fue que Zaldívar se adelantara al Ministro Fernando Franco en la presentación del proyecto para analizar la constitucionalidad del afamado transitorio 13, que le regala dos años más de su mandato.

El cogollo de la conferencia sirvió al Presidente de la Corte para anunciar a cuatro vientos que se mantendrá solo 4 años en el cargo. O sea, que por sí mismo rechaza la ampliación de su Presidencia.

Zaldívar ya había leído y recibido toda clase de rechazos y condenas para el alargamiento que le obsequiaron desde el Legislativo por instrucciones superiores, por lo que mejor se puso flojito y cooperó. Dicho de otra forma, la conferencia de medios fue para difundir esta especie de renuncia, y se adelantó a la presentación del proyecto de Fernando Franco y también al par de recursos de Controversia que ya están en la Corte contra el regalazo.

Zaldívar lo logró: ganó espacios en la prensa sabatina como “renuncia”.

Pero como admitió preguntas de los reporteros, inevitablemente saltó el tema del champurrado en el Tribunal Electoral .

El Ministro Presidente aceptó haber recibido a cinco Magistrados y se mostró abierto a recibir tanto a José Luis Vargas como a Mónica Soto, incondicional de Vargas, pero lo esencial que dijo fue que la Presidencia de Vargas en el Tribunal es “inviable” y que “no hay condiciones” para sostenerla.

Sin que sea oficial, hay algunas posibilidades, sin que haya sido totalmente claro Zaldívar Lelo de Larrea.

El primero de los escenarios que consideran para el Tribunal, de acuerdo con los intereses del Palacio Nacional , es que aceptan que Vargas ya no puede continuar sirviendo a la 4T desde la presidencia del Trife.

Pero el actual Gobierno no está de acuerdo en que Reyes Rodríguez Mondragón se quede en esa posición. El principal argumento que esgrimen es que este Magistrado está identificado como miembro del establo de Roberto Gil Zuarth , expresidente de la Mesa Directiva del Senado y distinguido Panista.

(¿A poco tendrá relación con esto la filtrada denuncia en esta semana a un diario, que señala a Gil Zuarth como responsable de mal manejo de dinero durante la campaña de Josefina Vázquez Mota ?. Sería extrañííísimo!!

Es que traen un batidillo, una vez que a Zaldívar se la incendió la pradera en el Trife, sin que haya hecho lo necesario para impedirlo.

Algún genio de la tenebra anda queriendo imponer la idea de que en Palacio Nacional son anuentes a la Presidencia de Reyes Rodríguez, pero con carácter INTERINO por un período corto, para proceder a otra elección por período completo de cuatro años.

El que lo comentó con los cinco Magistrados fue Zaldívar Lelo de Larrea durante su reunión con ellos y parece que lo están analizando, Quid Pro Quo (o sea, dando dando): la renuncia de Vargas –calladito y cooperando- a cambio que acepten en calidad de interinato la Presidencia de Reyes.

Si tuviere sentido este embrollo, habrían de buscar otro Magistrado para quedar en la Presidencia del Tribunal, sin que ejerza como Vargas la majadera operación en favor de los intereses de la 4T, pero que tenga la cercanía suficiente para gestionar ‘algunos’ de los múltiples asuntos que al Gobierno le interesan.

Felipe Fuentes

y Janine Otálora no pueden ser porque ya fueron. Vargas se llamaba, y Reyes Rodríguez fue el interino.

Quedan solo tres: Mónica Soto, Felipe de la Mata e Indalfer Infante.

En el área jurídica del actual gobierno, punto de contacto y operación política con el Poder Judicial, ven con simpatía a la Magistrada Mónica Soto , de origen priísta Bajacaliforniano pero recientemente bien acomodada con las simpatías en buenas esferas de la 4T.

El pero que le van a poner para colocarla en la Presidencia del Tribunal es un diferendo histórico relacionado con tierras en Baja California , ya que su padre fue operador Agrario y hace una década tuvo que ver en una cuestionada cesión de propiedades ejidales.

De funcionar esta tenebra, las opciones que les quedan son Indalfer Infante y Felipe de la Mata.

Como el Gobierno de López Obrador no puede desaparecer al Tribunal para sacarlo del Poder Judicial de la Federación y nombrar Magistrados a su imagen y semejanza, la fórmula incluye no dejarlo en manos de un Panista tan ubicado.

Todo parece indicar que este desorden catapultará a Indalfer Infante a la Presidencia del tan revuelto Tribunal.

La opción de Felipe de la Mata haría dar saltos de alegría en Avenida Chapultepec.

A menos que los cinco Magistrados que defenestraron a Vargas se planten como en el Black Jack y decidan mantener a Reyes en la Presidencia del Trife, al cabo que hay razón jurídica litigiosa pues se trata de una decisión inatacable del Pleno de la Sala Superior.

De ser así, López Obrador tendría que recurrir a Santiago Nieto y comenzaría la filtración de investigaciones y denuncias, reales o exageradas, con corolarios que podrían recordar el caso de Eduardo Medina Mora .

Nada que no estemos viendo un día sí y otro también.

De Santiago Nieto y la Corte, nos referiremos más adelante.

Buen día de sol!