Eduardo Andrade

El “estira y afloja” con Estados Unidos

Eduardo Andrade Sánchez, articulista de Opinión
09/09/2025 |01:36
Eduardo Andrade
Autor opiniónVer perfil

La historia y la geografía hicieron que nos tocara vivir juntos, eso ha marcado la relación conflictiva y dialéctica que nos une y nos separa de EE. UU. Surgimos a la vida independiente admirándolos y queriendo emularlos pero al poco tiempo hubimos de sufrir sus agresiones que culminaron con el cercenamiento de nuestro territorio. La etapa de la Reforma implicó un acercamiento al Juarismo derivado de la Doctrina Monroe y el rechazo a la presencia francesa en América. El Porfirismo mantuvo una estabilidad propiciada por la apertura al capital estadounidense, mas el impulso nacionalista de la Revolución trajo nuevas rupturas: la intervención criminal del embajador Wilson que apoyó la caída de Madero; la invasión armada a Veracruz en 1914; la Expedición Punitiva contra Villa y en especial las fuertes presiones ejercidas contra el gobierno mexicano por la aprobación del artículo 27 constitucional que afectó importantes intereses de los vecinos. Para enfrentar tal amenaza Obregón debió aflojar la aplicación de ese artículo obteniendo a cambio el reconocimiento de Washington a los gobiernos revolucionarios; después la relación entre Calles y el embajador Morrow apaciguaría las tensiones que resurgieron cuando Cárdenas estiró la cuerda dando a la Nación el control de la industria petrolera.





La Segunda Guerra Mundial propició la proximidad que siguió con el alemanismo y la etapa del desarrollo estabilizador. Luego la firmeza de López Mateos frente al entreguismo de la OEA a la política de EE. UU. contra Cuba, volvió ríspida la relación en el marco de la Guerra Fría. No obstante, se vivió un momento de concordia con el acuerdo entre López Mateos y Kennedy para la devolución a México de El Chamizal, fragmento de territorio mexicano que el desvío del cauce del Río Bravo había colocado al otro lado de la frontera.

Nuevas discrepancias surgieron entre López Portillo y Carter por el doble discurso estadounidense en la política hacia Latinoamérica, en cambio la firma del TLECAN entre Salinas y Bush padre marcó un acercamiento institucional y personal. Las posteriores presiones económicas del neoliberalismo colocaron a México contra las cuerdas frente al intervencionismo de Clinton y a continuación Fox, pese a su derechismo, aguantó a pie firme y mantuvo su rechazo a la invasión de Irak.

Club El Universal

Nuestro gobierno lidió con la arrogancia del primer período de Trump, pero nunca en los últimos cien años habíamos encarado circunstancias tan complicadas como las actuales. En estos días la ausencia de contrapesos al grosero poderío de Trump no nos favorece, pero hay una constante que nos ha permitido salir airosos de cada prueba: los principios invariables que nos han guiado. Soberanía, independencia, no intervención; no son solo palabras, sino escudos intangibles que permiten soportar con dignidad y valor las más furiosas embestidas de la arbitrariedad y el abuso.

De ahí la importancia de haber encuadrado el comunicado conjunto de la semana pasada en la reciprocidad, el respeto a la soberanía e integridad territorial, la responsabilidad compartida y diferenciada, y la confianza mutua. La serenidad de la Presidenta Claudia Sheinbaum, su apego a los principios y la solidez de nuestra diplomacia nos dan la tranquilidad de que el timón está en buenas manos y el barco lleva experta tripulación.

Investigador de El Colegio de Veracruz y Magistrado en Retiro

@DEduardoAndrade

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más. >