La apuesta de la Ciudad de México para contener la propagación de los casos de Covid es a la tecnología, principalmente el teléfono celular y los Códigos QR, que serán utilizados como herramientas para rastrear a quienes se hayan contagiado con el coronavirus y advertir a quienes pudieron estar en contacto con ellos.

Es un esquema que ha dado resultado en otros países para buscar cortar la propagación de casos, pero es la primera ocasión que se pone en marcha en el país.

Desde hace algunos días a la entrada de miles de negocios capitalinos se pide a los clientes registrar su asistencia al sitio por medio del escaneo de un Código QR para identificar contagios en espacios cerrados.

Cuando una persona resulta positiva a Covid, la autoridad realiza un rastreo de los lugares que visitó en los últimos días para avisar a todos aquellos que estuvieron al mismo tiempo en el mismo espacio con el portador del virus.

La autoridad reconoce que hay desconfianza entre la población por la recolección de datos y la vigilancia en las ubicaciones de las personas, pero el único dato que se pide es el número de teléfono. No se solicita nombre, sexo, edad, género, ocupación, lugar de trabajo, historial médico. Con el número telefónico es suficiente para el programa.

El gobierno capitalino garantiza el uso correcto de los datos. Se almacenan solo durante 15 días para dar seguimiento a quienes pudieran presentar la enfermedad. Cualquier mal uso de la información personal truncaría cualquier posibilidad de éxito del programa.

En la batalla contra el Covid, ninguna medida aplicada en solitario triunfará contra el coronavirus, pero hay evidencia (en países de Asia y Europa) que el rastreo de los casos positivos en combinación con el resto de medidas (uso de cubrebocas, sana distancia, pruebas masivas) detiene el incremento de casos.

De igual forma, ningún gobierno podrá contener la epidemia sin el apoyo de ciudadanos y empresarios.

Este esquema no tiene carácter obligatorio. No habrá sanciones para los establecimientos que no coloquen el Código QR, pero en la situación de emergencia que se encuentra la Ciudad de México, con elevado riesgo de regresar al color rojo en el semáforo de riesgo epidemiológico, los negocios tendrían que exigir a sus clientes realizar un registro obligatorio al ingresar a sus instalaciones... Y los clientes registrarse sin necesidad de ser invitados a hacerlo. Puede ser la última oportunidad para contener los casos en la capital del país.

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