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Los transportistas en México y en cualquier país representan uno de los sectores más importantes para el desarrollo. A diario movilizan millones de mercancías y de personas, y de su desempeño adecuado depende buena parte del dinamismo económico.
¿Qué pasaría si quienes están a cargo de la conducción de los vehículos no estuvieran aptos para desempeñar esa función? Hoy se ignora si los cientos de miles de conductores de todos los modos de transporte público cuentan con la aptitud física y sicológica para realizar su trabajo, debido a que pudieron haber obtenido un certificado médico de una manera ilegal. ¿De qué tamaño es el riesgo?
EL UNIVERSAL informa que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) detectó corrupción y malos manejos en el otorgamiento de certificados médicos requeridos a los conductores. Con ese documento pueden obtener o renovar una licencia federal para conducir trailer, avión o incluso barcos.
Debido a la incapacidad para atender los más de 300 mil “exámenes sicofísicos integrales” y toxicológicos que se requieren cada año, administraciones federales anteriores delegaron buena parte de esa responsabilidad en 218 clínicas, las cuales atendían hasta 93% de las solicitudes de exámenes médicos.
En una revisión hecha por la administración actual, se encontraron “malas prácticas” en esas clínicas, algunas de las cuales vieron en la aplicación de exámenes médicos un negocio y no el factor indispensable para garantizar seguridad en las vías generales de comunicación.
Los permisos para otorgar certificados les fue revocado y será la SCT la encargada de realizarlos. El reto para la Secretaría es contar con la infraestructura suficiente para realizar los cientos de miles de exámenes anuales. En todo el país opera únicamente 49 clínicas, 34 de las cuales no están en condiciones de ofrecer el servicio por el deterioro de sus instalaciones, además de la falta de personal calificado, así como la insuficiencia y obsolescencia de equipo médico básico e instrumental clínico.
El problema luce complicado porque la dependencia proyecta que la demanda va a aumentar de un millón 219 mil 277 operadores de los diversos modos de transporte en 2020 a un millón 800 mil en 2024.
Hace unos días EL UNIVERSAL informó que se detectaron fallas en los sistemas de comunicación de la red satelital que dan apoyo a controladores de diferentes aeropuertos del país, lo que eventualmente podría generar un accidente aéreo. Ahora se conoce de malas prácticas en el otorgamiento de certificados médicos a transportistas.
El sector no puede permitirse riesgos, pues está de por medio la vida de personas y el transporte de productos. La prevención debe tener carácter de urgente.