Sin hacer alusión directa a la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) ni al presidente mexicano, quien fue el que pidió que se detuvieran los apoyos que desde el extranjero se brindan a periodistas de investigación, el gobierno de Estados Unidos reitera su intención de seguir apoyando las labores de ese tipo, en donde se tenga como prioridad el develar actos de corrupción.

Cuando convino al mandatario y su partido, usaron los trabajos de investigación financiados por agencias internacionales, como el caso de la Estafa Maestra, para denostar a sus adversarios, pero ahora que comienzan a multiplicarse los trabajos en los que salen involucrados personajes de su gabinete o de su partido, el jefe del Ejecutivo acusa actos de injerencia, intromisión y hasta intervencionismo promovidos desde el extranjero.

Sin embargo, son años y años en que los norteamericanos han dado apoyo y recursos tanto a organizaciones no gubernamentales como a periodistas para que puedan realizar esas investigaciones que a veces en sus países de origen no se pueden efectuar por restricciones gubernamentales o por falta de recursos, y que han destapado actos de mal gobierno o de abusos del poder.

En EU este tipo de apoyos se hacen bajo reglas precisas, bajo esquemas transparentes y con rendición de cuentas y, según la precisión hecha por el presidente norteamericano Joe Biden, es un interés prioritario para su administración la seguridad interior, en el que el combate anticorrupción a nivel internacional es primordial para la defensa de sus intereses.

Y lejos de ceder a la presión mexicana para terminar lo que desde acá se ve como actos de intervencionismo, el mandatario estadounidense afirmó que se reforzará la estrategia anticorrupción de su gobierno, que incluye el apoyo y fortalecimiento a la sociedad civil, los medios de comunicación y otros agentes de vigilancia y rendición de cuentas para efectuar investigaciones y análisis.

Pero pareciera que en nuestro país el gobierno, que por un lado proclama como su objetivo principal el combate a la corrupción, en los hechos busca frenar a los periodistas que muestran que al interior de la administración actual también se cometen actos de ilegalidad y se abusa del poder.

A esos comunicadores e investigadores incómodos son a los que se busca mantener bajo presión y ahorcarlos financieramente, con el claro objetivo de atomizar al gremio periodístico, reducirlo a su mínima expresión, hasta quedarse solo con quienes le son afines, con los que hacen proselitismo y no periodismo, sino propaganda... y esa nunca será la función de la prensa objetiva.