Luego de un discurso triunfal en el que se hablaba de una “migración cero” de mexicanos hacia Estados Unidos, las estadísticas tienen otros datos que refieren que nuestro país, en el rubro de desapariciones de migrantes al intentar cruzar la frontera, es el que más pérdida de personas reporta desde que aquí inició oficialmente la pandemia de Covid-19.

De 256 desapariciones de migrantes reportadas desde marzo de 2020 hasta el presente mes, en la frontera de México con Estados Unidos, 161 correspondieron a connacionales, lo que se traduce en términos generales en que de cada tres migrantes que pretendieron ingresar de forma ilegal a la Unión Americana y desaparecieron en el intento, dos eran mexicanos. Asimismo, de esos 161, una décima parte fueron mujeres, muestra de un incremento también en violencia de género relacionado a la migración.

Por desaparición debe entenderse tanto pérdida de contacto con la persona, como el fallecimiento tras cruzar la frontera o incluso antes de hacerlo. Desde 1998 que se lleva registro de desapariciones de migrantes en la frontera México-EU, se calcula que hasta 7,800 personas han fallecido en el intento por ingresar al vecino país del norte.

Justo hace un año se refería en este espacio que la migración de centroamericanos hacia Estados Unidos había logrado reducirse hasta un 84% en comparación con lo que se registraba en 2019, cuando la proporción de migrantes centroamericanos contra mexicanos era casi de 4 a 1 (72% vs. 16%), con la novedad de que ahora es a la inversa y ha repuntado el número de connacionales que deciden dejar el país.

Esto habla de un fracaso de los programas nacionales para retener a su población, en su mayoría jóvenes, sumado a la crisis generada por la pandemia de Covid-19 y aunado a la expulsión que la violencia está detonando en algunas regiones del país.

Ya sea obligados por la carencia de empleo y la falta de oportunidades, o empujados a huir por la inseguridad que campea en la República, está creciendo el número de mexicanos que optan por buscar una mejor vida al norte de la frontera, pero que desafortunadamente para una parte de ellos se traduce en muerte.

El de la migración es un tema pendiente para el gobierno actual, así como las explicaciones que tiene que dar por el trato que reciben los migrantes de otras naciones al ingresar a nuestro país. Es también una alerta sobre una tendencia que venía de los últimos años en que eran más los centroamericanos que optaban por la migración, pero que ya cambió con este gobierno, siendo ahora a la inversa. ¿Dónde está entonces el apoyo a los más vulnerables, los migrantes, ese que tanto se presumía?