Es una buena noticia saber que cinco estados de la República Mexicana han podido comenzar a recuperarse económicamente tras la pandemia de Covid-19 que golpeó con especial fuerza a nuestro país, dejando en la totalidad del territorio secuelas de diversa índole de la que con gran dificultad podrá restablecerse en un periodo de tiempo que se antoja más que largo.

El indicador que se ha tomado como base para afirmar que comienzan a vislumbrarse señales de una ligera recuperación en algunos puntos de la geografía nacional es el empleo formal, que cinco entidades (Baja California, Chihuahua, Chiapas, Tabasco y Zacatecas) han reportado ya haber alcanzado de vuelta los niveles de ocupación que se tenían antes de marzo de 2020 cuando se decretó para México la alerta sanitaria por pandemia.

Lo relevante es que se trata de empleos formales, con registro ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)

Si bien hay que precisar que el restablecimiento económico no se dio tanto por acciones de gobierno —que sí las hubo—, pero también en parte fue el estímulo de la propia recuperación en Estados Unidos, así como por el empuje de empresarios y la necesidad de todos de contar con un trabajo.

En cuanto al impulso recibido desde Estados Unidos, éste se dio a través del incremento de su actividad comercial, que registró un inusitado dinamismo, que se reflejó en la industria maquiladora de algunos estados mexicanos, especialmente fronterizos como Chihuahua y Baja California, y la consiguiente apertura de nuevas plazas de trabajo en esas entidades.

En Estados más alejados de la frontera norte, como Chiapas, la recuperación parece explicarse porque se trata de una de las entidades menos afectadas por la pandemia, aunado al ímpetu de una población que desafía con algo de incredulidad a la enfermedad y prefirió afectar lo menos posible su vida cotidiana, estimulado además por el inicio de las campañas de vacunación masiva.

Según los indicadores, los estados de Tlaxcala, Querétaro, Nuevo León y Sinaloa podrían ser los siguientes en alcanzar los niveles de empleo formal existentes antes de la pandemia, toda vez que en este momento se encuentran con solo un punto porcentual por debajo de ese marcador.

La recuperación del empleo, junto con otras señales alentadoras, es ya para México la anhelada luz al final del largo túnel que supuso la contingencia sanitaria que afectó a todo el planeta, por lo que hoy más que nunca se requiere del esfuerzo de todos los mexicanos para que esa esperanza no se esfume.