Cuando la iniciativa de contrarreforma a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador parecía ir salvando cada una de los escollos en el camino hacia su aprobación final, la actuación del juez Juan Pablo Gómez Fierro, quien al encontrar inconstitucionalidad en algunos puntos de la propuesta, concedió amparos que frenaron de golpe el impulso que llevaba ya la iniciativa y que hasta antier parecía que sólo cumplía como mero trámite hacia su aprobación.
Ello despertó la furia del mandatario, que acusó en su conferencia mañanera al juez de estar al servicio de empresas nacionales y extranjeras del sector energético, y de no representar al pueblo ni de estar del lado de la defensa del interés nacional. Por lo anterior anunció se inconformará ante la Suprema Corte para que se analice el proceder del juez Gómez Fierro.
Desde la mañanera, el Presidente descalifica a todo mundo, pasando por encima de políticos, empresarios, periodistas, intelectuales, abogados, economistas, científicos…
Sin embargo, con sus señalamientos expresados tan a la ligera y sin un razonamiento más sereno, pone incluso en riesgo la vida del juez, al que ya algunos seguidores del Presidente comienzan a acusar de traición a la Patria y calientan un ambiente de linchamiento desde las redes sociales.
El ministro en retiro José Ramón Cossío dice que la actitud que se le vio al mandatario es de franco desconocimiento del Derecho, además de que lamenta que el asunto se ventile desde las mañaneras y no mediante las instancias legales establecidas.
Lo que está haciendo el Presidente es desconocer al Derecho y descalificar al juez, lo que preocupa por ser un proceso que apenas está en sus fases iniciales y que se antoja que será sumamente largo. Es un tema que seguramente lo veremos en la Suprema Corte porque el propio mandatario así lo ha advertido.
Pero era innecesario amenazar al juez si la ley concede todo un procedimiento de impugnación al que el Ejecutivo puede acogerse para destrabar así los obstáculos que se le presentan a su reforma.
Llama la atención también que algunos miembros del Poder Judicial han guardado silencio y no se han solidarizado, cuando que hasta colegios y asociaciones de abogados han salido a alzar la voz y señalar la intimidación.
Ahora corresponde al Poder Judicial salir en defensa de sus jueces y en sí de la independencia de su ámbito. Además el Presidente debe tener en cuenta que como lo han expresado las voces discordantes, el juez únicamente está cumpliendo su trabajo : velar por el cumplimiento de la Constitución.
