A 30 años de la creación del Grupo de Diarios América (GDA), de la que orgullosamente forma parte EL UNIVERSAL, El Gran Diario de México, junto con otros 10 importantes periódicos de igual número de países del continente, los retos para el periodismo latinoamericano lejos de aminorar, se han multiplicado, al igual que la cantidad e intensidad de las amenazas.

En la plática que se presenta en estas páginas con Guillermo Scheck, abogado y CEO de El País, de Uruguay, y presidente de GDA, se reconoce que la libertad de expresión está bajo amenaza en Latinoamérica, donde la represión y la censura no son exclusivas de las dictaduras o de los regímenes militares.

El ejercicio del periodismo en América Latina se efectúa hoy entre dos fuegos: el del crimen organizado y el del poder oficial, en donde ninguno de los dos acepta cuestionamientos a sus procederes o que se exhiban sus actividades.

Asimismo se admite que la forma de presionar a los medios de comunicación —especialmente aquellos que son críticos hacia el sistema— ha cambiado y ahora los gobiernos y algunos grupos de poder recurren al estrangulamiento económico, el fiscal o la descalificación. En algún tiempo en México esa presión se ejerció a través del control del papel para imprimir, mientras en otros países se decomisaban los ejemplares impresos o se prohibía su distribución. En casos extremos se requisaban las imprentas o se destruían las instalaciones y equipos de trabajo.

La revolución digital supone también un nuevo reto para el periodismo pues está cambiando los hábitos de consumo de información, en el que destaca por supuesto el peligro latente de la difusión descontrolada de noticias falsas o fake news, por lo que la importancia de medios de comunicación confiables, con información verificada, es incuestionable, y las nuevas tecnologías deben operar a favor de los creadores de contenidos y enriquecerlos, jamás en su contra.

Los medios tradicionales de información no necesariamente deben competir contra las plataformas y las redes sociales sino sumarse a ellas, montarse en ellas para difundir sus contenidos y aprovechar los avances tecnológicos con el objetivo de cambiar el modelo de negocio pero sin sacrificar la calidad del producto informativo basado en investigación que contraste datos de fuentes fidedignas.

Felicidades a GDA por estas tres décadas en defensa de la libertad de expresión.