El secretario de Salud informó ayer que se logró la compra consolidada de medicamentos de más de 2.6 mil millones de piezas para abastecer al sector salud mexicano y con un ahorro de casi 19 mil millones de pesos. Esta operación se vendió como un triunfo, pero en realidad se trata de una medida tardía, luego de meses en los que primero se negó la situación de desabasto y después se incurrió en una serie de promesas en el sentido de que los fármacos estaban por llegar.

La escasez en la que se ha visto el país es consecuencia de acciones tomadas por lo que hasta el momento son simples sospechas de redes de corrupción en las farmacéuticas que operan en el país y que participaban asiduamente en convocatorias para abastecer al sector público.

La sociedad sigue a la espera de los procesos judiciales contra los “actos de corrupción”, de los cuales sólo se han mencionado generalidades sin ningún señalamiento concreto.

En tanto, la UNOPS, oficina de la ONU a la que se le otorgó la encomienda de adquirir medicamentos para México en el mercado internacional, no dio resultados que fueran rápidos o por lo menos suficientes para abastecer al Sector Salud. Esa dependencia reconoció su fracaso para adquirir alrededor de unos mil artículos diferentes, entre medicinas y materiales de curación, argumentando tanto que los productos no cumplían con los estándares de seguridad como que presentaban precios no razonables, y hasta en ciertos casos se adujo que los únicos proveedores posibles resultaron ser empresas inhabilitadas en nuestro país.

Para subsanar esa carencia, el gobierno de López Obrador armó un equipo de adquisiciones multidisciplinario en el que participaron tanto las instancias del sector salud como las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y hasta Relaciones Exteriores, mismo que, se afirma, logró en sólo 37 días cubrir un 80% de ese faltante que la UNOPS intentó por 10 meses cubrir sin resultados.

Incluso el gobierno presumió haber logrado en todas sus compras un ahorro sustancial global de más de 7 mil millones de pesos y de unos 290 millones de pesos en relación con lo presupuestado por la UNOPS para el paquete que ésta no pudo conseguir, aunque hubiera sido plausible que explicaran que a esa oficina todavía se le deberán cubrir más de 2 mil millones de pesos por esa encomienda que el mismo Estado mexicano tuvo que subsanar por sus propios medios.

Es importante recordar a las autoridades que la compra de medicamentos es un proceso —al menos— anual y que el anuncio de ayer no fue un triunfo sino simplemente el cumplimiento tardío de una obligación del gobierno mexicano.