Nuestro país tiene un nexo casi indisoluble con su vecino del norte, al punto de que una gran parte de su población se encuentra en este momento residiendo en Estados Unidos, hay gran influencia intercultural entre ambos países y esa nación es en más de un sentido el principal socio de México.

La relación bilateral se vio debilitada durante el gobierno de Trump, pero con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, varios pasos se han dado con el objetivo de restaurar una relación que, si bien nunca se perdió, sí quedó bastante deteriorada.

Estos nuevos pasos de acercamiento se han dado con la visita de la vicepresidenta Kamala Harris a nuestro país, así como la serie de llamadas sostenidas entre Biden y López Obrador, o las visitas del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, para abordar temas conjuntos de migración. Y sin dejar de lado la reciente reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) que se verificó el mes pasado en Washington.

Un nuevo paso más se dará este viernes con el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel, que no se efectuaba desde la administración del presidente Barack Obama. Esta reunión muestra su importancia al contar con la participación de Antony Blinken, secretario de Estado de EU, teniendo como asuntos de interés prioritario para la relación bilateral a la migración, el narcotráfico y el contrabando de armas.

Nuestros destinos están vinculados y no es sano que las dos naciones tomen rumbos separados, sino que se debe dialogar para hallar soluciones conjuntas a problemas comunes que atañen a ambos lados de la frontera.

La plática sostenida por este diario con el exembajador de Estados Unidos en México Anthony Wayne deja ver varios puntos interesantes para una colaboración de largo plazo, que no esté restringida a los cambios de presidentes. Por ejemplo, el exfuncionario reconoce la necesidad de inversión de largo plazo en el sur de México, pero también en sistemas de asilo, de refugio para migrantes.

La confianza se gana con hechos, y ambas partes tienen que colaborar para la solución de problemas que les confieren a los dos al compartir una frontera tan larga y problemática. La apuesta es por el diálogo hasta hallar puntos de acuerdo y beneficio común.