Una vasta gama de irregularidades perceptibles al interior del programa oficialista Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) y que incluyen prácticas nocivas como nepotismo, maltrato laboral, usurpación de identidad y desvío de recursos —a veces para destinarlo a campañas políticas—, están contenidas en 155 quejas presentadas por ciudadanos ante la Secretaría de la Función Pública (SFP).

Las denuncias son todas por malos manejos en un programa que supuestamente fue creado para beneficiar y brindar oportunidades a jóvenes de todos los estratos sociales, pero especialmente aquellos de zonas marginadas que son los que menos acceso suelen tener a posibilidades de progreso social y laboral.

Entre las prácticas de corrupción denunciadas está la creación de empresas fantasmas o cambios de giro a partir de datos de establecimientos reales con el fin de justificar la ampliación de cobertura y así conseguir un mayor desvío de recursos. También se documentan condicionamientos, amenazas de baja y cancelaciones de participación para aquellos particulares y empresas que en su momento decidieron participar y apoyar al programa.

Además de las empresas y otros establecimientos participantes, también jóvenes han denunciado el haberse enterado que fueron inscritos en el programa sin su consentimiento o sin recibir beneficio alguno, para lo cual fueron objeto de robo de datos.

Lamentable constatar también que aquellos ciudadanos que se vieron afectados o que pudieron constatar prácticas de corrupción entre funcionarios y servidores públicos relacionados con el programa, al momento de acercarse a denunciar las irregularidades, no hayan encontrado una reacción inmediata de autoridades que podrían haber hecho algo para eliminar o corregir los malos manejos y apartar a los malos elementos que ponen en duda la honradez y honorabilidad de la administración pública.

Es urgente que el gobierno que ha tomado al combate a la corrupción como bandera y su principal razón de ser, investigue a fondo y emprenda acciones en contra de quienes lejos de servir a la nación, se están sirviendo de ella para toda clase de fines, en los que además de sangrar económicamente al erario, restan también honor y credibilidad al proyecto gubernamental y, de paso, bloquean salidas y truncan parte del desarrollo de miles de jóvenes mexicanos.