Siguiendo los temas fiscales, nos platican que en el informe final de la evaluación de México por parte del FMI, que encabeza la búlgara Kristalina Georgieva, la Secretaría de Hacienda ratificó el compromiso con el ajuste fiscal prometido, pero no dio una fecha para volver al nivel que se tenía antes del endeudamiento para concluir las obras insignia a finales del sexenio anterior. También le dijeron al FMI que una reforma fiscal más amplia sigue siendo una opción, pero será a mediano plazo, y solamente en caso de que se necesiten ingresos adicionales. Es decir que sí, pero “espérame tantito”, hasta que se me agote el cochinito o la gallina de los huevos de oro, con la mano de hierro del SAT y sus ojos vigilantes en tiempo real con ayuda de la tecnología para una mayor fiscalización digital.
Advierten impacto para empresas
Y hablando de ajustes fiscales, nos reportan que, para la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), las nuevas tasas de retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para operaciones digitales que se contempla aplicar el año próximo podrían impactar considerablemente a las micro, pequeñas y medianas empresas del país. Según el organismo presidido por Jacobo Cohen, los niveles de retención aprobados son demasiado altos y podrían reducir los márgenes de operación de los negocios que ya cumplen, además de incentivar la migración hacia esquemas informales o plataformas sin presencia fiscal en México. Los cambios recientes no son suficientes para garantizar un equilibrio entre eficiencia fiscal y sostenibilidad operativa para las empresas, nos comentan.
Analizan cómo reducir emisiones
La Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), junto con las principales aerolíneas de la región, presentaron una hoja de ruta para reducir emisiones contaminantes. Es un tema que ocupa a las aerolíneas, nos reportan, pues en todo el mundo las están presionando para utilizar combustibles sostenibles. ALTA, de Roberto Alvo, destacó la importancia de que las estrategias se adapten a las realidades locales. Las aerolíneas argumentan escasez de créditos y de combustible de materiales como el aceite de cocina usado, por lo que se ve lejano lograr una reducción de 5% en las emisiones para 2030.

