Hoy se cumplen los primeros 10 meses de la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum y, para sorpresa de casi todos, el tipo de cambio cerró ayer en 18.86 pesos por dólar y acumula una apreciación de 4.2% en esta administración, lo que supera la ganancia de 3% que logró en el periodo similar de Andrés Manuel López Obrador. Los anuarios del Inegi revelan que la última vez que la moneda nacional tuvo un arranque de sexenio tan bueno fue con Manuel Ávila Camacho, cuando comenzaba el llamado Milagro Mexicano y se fortaleció 10.2%. Aunque los calificaron de optimistas en septiembre del año pasado, nos platican que en la Secretaría de Hacienda, de Édgar Amador Zamora, esta vez parece que sí les saldrán las cuentas, pues calcularon el ejercicio fiscal 2025 con una paridad promedio de 18.70 y en lo que va del año la media ha sido de 19.75, por lo que incluso una apreciación extra le daría la razón a su bolita mágica.
El boom industrial del Bajío se enfría
Entre los aranceles y el lento crecimiento de la economía nacional, la construcción de nuevas naves industriales en Querétaro fue de 198 mil metros cuadrados en la primera mitad del año, 27% menos que en el mismo periodo de 2024. Nos cuentan que el entorno ha llevado a varios desarrolladores como Vesta, de Lorenzo Manuel Berho Corona, a ser más cautelosos en sus expansiones, ya que, aunque el bajío es uno de los mercados con mayor demanda industrial y complementa las operaciones de las empresas en el Estado de México, el panorama se ve sombrío para el sector manufacturero hasta que no haya definición sobre las tarifas para exportar a Estados Unidos y la renegociación del T-MEC.
Privados y gobierno chocarán por los tags
Nos confirman que el gobierno prepara todo para eliminar el cobro en efectivo en las casetas de la red de carreteras en enero próximo, cuando sólo 10% de las infraestructuras tendrán acceso para billetes y monedas. Nos comentan que la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasajeros y Turismo (Canapat), de Luis Antonio Zaldívar Sánchez, incluso ya está promoviendo a una empresa para que brinde los servicios de tags. Nos explican que será un mercado que disputarán dos compañías privadas y la administración federal, que también planea lanzar sus propios dispositivos de cobro. Sin embargo, no queda claro si será la solución a los cuellos de botella o desate un nuevo caos por fallas en la tecnología.

