Iniciamos una nueva década. El año 2020 marcó a la humanidad y nos mostró lo frágiles que somos. He aquí algunas reflexiones sobre lo que nos dejó el confinamiento, de algunos notables que se fueron y de algunas lecciones.

1. El sector salud no puede operar bajo las libres fuerzas del mercado. En este momento debe ser evidente que la enfermedad COVID 19 llegó en un momento en que el libre mercado dominaba casi la totalidad de la producción de bienes y servicios, consecuentemente, los resultados fueron desastrosos no sólo en México, sino en el mundo entero. El Estado debe intervenir en el sector. Esto no necesariamente implica estatización, sino buscar alternativas coordinadas que permitan el acceso universal a la salud.

2. La inmersión en la tecnología es deseable y posible. Aquellos que estamos en la docencia y solíamos enseñar a la vieja usanza de pizarrón y gis, o equivalente, debimos adaptarnos a la nueva realidad. Las presentaciones en Power Point o diapositivas se quedaron cortas. Lo mismo ocurrió con las reuniones de trabajo y entrega de documentos: debimos dar un salto al mundo digital. En suma, el contexto nos forzó a incursionar en el terreno tecnológico. No se puede desandar lo avanzado, por lo tanto, es posible que, tan pronto volvamos a la normalidad, este acercamiento a la tecnología se convierta en una catapulta que nos permita crecer y tener una más rápida recuperación económica.

3. El cambio climático nos acerca a nuevas formas de vida. La degradación de ecosistemas y el deshielo de los casquetes polares nos están poniendo en contacto con virus y bacterias que no conocíamos. El virus que ha postrado al mundo podría ser un ejemplo de ello. Esto es una señal de alarma que debemos escuchar si queremos sobrevivir como especie.

4. Se fueron algunos buenos: Diego Armando Maradona, “la mano de Dios”, del mundo del futbol; Sean Connery, el primer agente 007 del cine y probablemente el mejor; Oscar Chávez, cantautor de trova y música de protesta; Armando Manzanero, compositor yucateco de talla internacional y Luis Enrique Mercado, fundador del periódico El Economista.

5. Cuando se invierte en salud, se pueden lograr cosas increíbles. Se sumaron muchos esfuerzos del sector público y privado para, en menos de un año, encontrar la vacuna contra la COVID 19, mientras que han pasado cuatro décadas sin hallar la del VIH. Esto implica que como humanos, una vez que nos lo proponemos y cooperamos, podemos realizar grandes proezas. Se requiere un esfuerzo semejante para combatir otro gran enemigo que nosotros mismos creamos: el cambio climático.

6. Rumbo a la colonización de marte. A pesar de la pandemia y del abandono de entidades públicas como la NASA, se ha retomado la carrera por la conquista de la última frontera: el espacio. Ahora el sector privado, particularmente los filántropos tecnológicos, han retomado la conquista del cosmos. Pasarán décadas antes de que los modernos exploradores de nuevos mundos logren encontrar otros planetas habitables, pero los pasos se están dado. Pronto los humanos navegaremos por el universo entero.

7. El confinamiento nos ayudó a conocernos mejor. Antes de la pandemia eran contados los casos en que se tenía trabajo a distancia. Ahora se generalizó y se empieza a legislar al respecto. Esto provocó que gran parte de la población que previamente trabajaba fuera de casa ahora lo hiciera a un lado de la cocina o de la ventana, en ambos casos la compañía eran los ruidos que se escuchan en cada casa. Se puso a prueba nuestra capacidad de tolerancia, y lo seguirá estando. También aprendimos a conocernos mejor y a conocer a aquellos con los que vivimos diariamente.

Por supuesto que no es todo lo que ocurrió ni son las únicas lecciones. Cada persona pueda hacer su propia lista. A pesar de la existencia de la vacuna, pasarán varios meses, tal vez años, antes de aplicarla a un número suficientemente grande de personas para que la totalidad de actividades económicas vuelvan a la normalidad. Por lo tanto, el 2021 podría ser un gemelo del 2020, afortunadamente tuvimos prácticamente un año de entrenamiento, por lo que lo esperado es que el año que comienza, sea mejor que el que se fue.

Docente de la maestría en Economía, FES-Aragón, UNAM.

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