Sabemos que la historia no se puede escribir más sin las mujeres a la cabeza de la transformación, sabemos que a México le llegó la hora, aquí y ahora es ¡Tiempo de mujeres!

No se trata solo de que “por ser mujer”, no. Se trata de comparar,  investigar, conocer, saber qué han hecho y cuánto han transformado a su alrededor esas mujeres, cómo han cambiado el curso de la historia con sus acciones esas mujeres, qué las hace merecedoras de tan enorme oportunidad y responsabilidad histórica de ocupar la silla presidencial. Hoy dos mujeres están en la contienda por ocupar la titularidad del Ejecutivo en el país, hasta el día de hoy tenemos ya suficiente material como para saber claramente quién es quién y, sobre todo, a quién representa cada una.

Dibujada en el reino de muy muy lejano tenemos a la señora X, que perdió toda gracia al permitir que fueran hombres quienes la usaran para pretender hacerse del poder nuevamente, adoptó una personalidad X, sus propuestas son X, su discurso es X, su proyecto es X, su desempeño público ha sido X y para la gente es X, eso sin dejar de lado que su padrino también es X pero X González ¡Qué horror!

En cambio, en el reino de la esperanza y la transformación, ese que anhelamos las  y los mexicanos, tenemos un perfil que ha hecho historia apegándose, no se si de manera consciente o no, a la filosofía de Rosa Luxemburgo pues ha mostrado grandeza de espíritu, una elevada moral e innumerables gestos nobles, me refiero al a Dra. Claudia Sheinbaum Pardo. Desde muy joven se trazó objetivos claros, lanzó tiros de precisión y se formó en líneas ideológicas que hasta la fecha son congruentes, siempre luchando por causas justas. Claudia la joven, que alfabetizó en las colonias más pobres y barrios de la entonces Delegación Coyoacán. Claudia la estudiante que a su paso por la Universidad Nacional Autónoma de México fue una de las mentes que creó el movimiento “CEU” que defendió la gratuidad de la educación pública. Claudia la deportista, la artista, la cantante, la bailarina, la científica, así como lo hemos podido observar en los múltiples videos que circulan en las redes. Poco se ha hablado de Claudia la mamá, la humana detrás de la súper política que tenemos a la vista, y esta faceta es la que dice mucho del gran ser humano que es Claudia; su pareja, de ese entonces, tenía un hijo de una relación anterior a ella, ella no titubeó en hacerlo suyo sin reparos y sin distinciones, se convirtió en madre de 2 hijos, uno que llegó a nacerle del corazón y otra que llegó de su vientre, ambos son sus hijos. Una cáncer de libro (es el signo, de acuerdo al calendario astral, que le corresponde según su fecha de nacimiento) pues es dulce, sensible, disciplinada, trabajadora, comprometida y profundamente familiar.

Y por qué hago esta referencia tan personal de Claudia, porque un gobernante necesita temple, firmeza, arraigo ideológico, todo eso, sí, pero también necesita tener mucho corazón. Lo que caracteriza a la 4ta transformación es el humanismo, las acciones y políticas pensando siempre en bienestar del pueblo, pero eso no se hace por simple cálculo u obediencia política, se hace porque se tiene un profundo amor al pueblo y mucho, pero mucho, corazón, y sí #EsClaudia quien con vocación progresista debe conducir y validar el segundo piso de la trasformación en México.

Mtra. Derecho Constitucional y DH, Mediadora Privada 610

Twitter- @DanielaCordAre

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