El cambio climático se agudiza y sus impactos los podemos percibir cada día con más frecuencia. Este fenómeno está asociado a las actividades humanas que producen basura y contaminación; particularmente, los gases de efecto invernadero son los responsables del calentamiento de nuestro planeta.

Desafortunadamente las emisiones de estos gases han crecido en la última década y de continuar esta tendencia, la temperatura seguirá aumentando y los impactos del cambio climático serán peores. De seguir por el mismo camino, nuestras oportunidades de limitar el incremento de temperatura por debajo de los 1.5 °C se hacen cada vez más pequeñas.

Las economías que quieren aumentar su producción y los países que desean aumentar su riqueza y disfrutar de los frutos del crecimiento económico han incrementado sus emisiones. Sin embargo, el crecimiento económico que no contemple estrategias de producción más limpia contribuirá al incremento de la temperatura. Eventualmente el cambio climático podría afectar los derechos fundamentales como a la educación, salud, a la vida, medio ambiente limpio, a la vida libre de violencia y alimentación.

En la media que el cambio climático intensifique sus impactos se pueden generar mayores problemas para el acceso a la educación; sobre todo, en comunidades que son más propensas a sufrir estragos por eventos catastróficos, como huracanes, lluvias intensas, terremotos, ciclones, sequias etc. También se puede incrementar la aparición de enfermedades infecciosas, pandemias, enfermedades nuevas o incluso aquellas que ya se consideran erradicadas.

El cambio climático puede intensificar las crisis económicas y financieras, derivado de este fenómeno, se puede tener una mayor incidencia en el incremento de la violencia o poner en riesgo la vida misma. Así mismo, la alimentación y los sistemas de producción de alimentos se pueden ver mayormente comprometidos por la influencia del cambio climático.

Afortunadamente, en los últimos años se ha observado un mayor interés por estudiar el cambio climático, entender sus causas, disminuir sus impactos y mitigarlo. Por ello países, ciudades, compañías, están elaborando compromisos para actuar ante el cambio climático, sin embargo, no es suficiente y traerá retos.

Hay promesas para reducir las emisiones. Hay tecnologías en el sector energético como la solar y eólica que han disminuido sus costos en la última década. Y también la transición en el sector transporte se empieza a dar ¿Qué tan rápido podremos incluirlas? Si queremos migrar desde una economía que depende de los fósiles hacia una renovable, esto traerá consecuencias en la producción, en el PIB, ingresos petroleros, empleos, etc. Es por ello por lo que se deberá atacar el problema con múltiples perspectivas y trincheras.

Como ciudadanos no podemos esperar a que el gobierno tome acción. Todos debemos de tomar acción. Es importante recordar que todo lo que hagamos para reducir la basura y la contaminación es mejor que no hacer nada. Mantener la temperatura por debajo del 1.5 °C es mejor que 1.6 °C. Pero también 1.6 es mejor que 1.7. Siempre podemos hacer una diferencia. Es importante que nos enganchemos en la transición desde nuestras comunidades, ciudades, escuelas, familias. Aquí y ahora fomentemos la responsabilidad y la acción por reducir la contaminación y las emisiones desde nuestras posibilidades.

Profesor FE / CACEPS UNAM
caceps@gmail.com

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