El 2021 será un año crucial para definir el rumbo de México. Las elecciones del 6 de junio no sólo serán las más grandes de la historia por el número de cargos de elección popular en disputa, también será la primera vez que los diputados federales podamos reelegirnos, se presentará una inédita alianza entre los tres partidos que dominaron la política nacional durante 30 años y será un año histórico para la representación política de las mujeres. En medio del dolor y la incertidumbre que ha provocado la pandemia, es natural que las elecciones no sean la principal preocupación de la mayoría de los ciudadanos; sin embargo, del resultado de esta elección dependerá en gran medida el destino del país por la próxima década.

En menos de 5 meses, 92.4 millones de mexicanas y mexicanos estamos convocados a las urnas para elegir a más de 21 mil representantes populares en los tres órdenes de gobierno. Se renovará por completo el mandato de los 500 diputados federales, aunque por primera vez podrá darse la reelección legislativa, misma que la gran mayoría de los diputados actuales hemos decidido buscar. También se elegirán 15 gubernaturas, más de mil diputaciones locales, 1,926 presidencias municipales o alcaldías y más de 18 mil espacios de representación municipal. Para recoger la voluntad popular, el Instituto Nacional Electoral instalará 164,500 casillas en todo el país en las que un millón y medio de ciudadanos fungirán como funcionarios de casillas y serán los encargados de contar los votos y reafirmar la democracia.

Por el momento político que vivimos, la elección intermedia de 2021 será irremediablemente un plebiscito sobre el desempeño del gobierno federal. Se pondrá en juego la valoración de los ciudadanos sobre los resultados en seguridad, en economía y creación de empleo, en el manejo de la pandemia y, de manera central, en la confianza y credibilidad del gobierno. También está en juego algo más abstracto, pero igual de importante: la existencia de contrapesos al poder del presidente de la República. Morena se juega la mayoría en la Cámara de Diputados y del resultado dependerá si pueden seguir modificando la Constitución a su conveniencia o tienen que negociar con la oposición para poder llevar a cabo cambios constitucionales y legislativos.

Si bien la postura frente al gobierno de López Obrador definirá el tono de la conversación nacional, en las elecciones locales pesarán más los perfiles de los candidatos y las dinámicas políticas locales, es decir qué tan unidos llegan los partidos y cuánto respaldo recogen los candidatos para cada cargo. La calidad de los perfiles que seleccionen los partidos será vital para su desempeño. En la medida en que se privilegien perfiles competentes y con trabajo político previo en cada demarcación mejorará la probabilidad de triunfo. Una victoria que podemos anticipar desde ya será el aumento de mujeres en todos los puestos de representación popular. En el caso de las gubernaturas, todos los partidos y coaliciones deberán garantizar que al menos 7 de las 15 candidaturas en juego sean para una mujer. Como consecuencia, es altamente probable que el número de mujeres en gubernaturas se duplique, pasando de dos a cuatro, lo cuál sería un gran triunfo considerando que hasta la fecha sólo 6 mujeres han sido gobernadoras en México.

Lo que está en juego en la elección intermedia de 2021 es muy importante. Es obligación de todos los ciudadanos informarse sobre las propuestas y los candidatos para tomar la mejor decisión posible. Los partidos tienen la oportunidad de seleccionar a sus mejores cuadros para conquistar la confianza de la ciudadanía. La responsabilidad de la clase política que resultará electa el 6 de junio será construir soluciones para los múltiples desafíos que enfrentamos en un momento crítico de nuestra historia. Se trata de reconstruir al país desde sus cimientos. Ni más ni menos.

Diputada Federal.
@cynthialopezc1 

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