La categoría “cáncer de cabeza y cuello” abarca cánceres que se desarrollan en la boca, la lengua, las encías o los labios, en la laringe, la garganta, las glándulas salivales, la nariz o los senos paranasales. El Papiro Edwin Smith, texto egipcio que se remonta al año 3,000 a.C., incluye descripciones de lo que hoy se conoce como cáncer de cabeza y cuello, por lo que sabemos que este padecimiento era conocido desde la antigüedad; mientras que luminarias como Hipócrates, Galeno, Pott y Virchow fueron fundamentales para la comprensión de la etiología (factores internos, externos o de origen desconocido) y de la patogénesis (origen y desarrollo) del cáncer.

Sin embargo, no fue hasta el siglo XX que la medicina basada en la evidencia impulsó el desarrollo de protocolos de diagnóstico y tratamiento rigurosos de esta enfermedad. El uso de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia como tratamientos únicos o en combinación, se fue imponiendo como método preferente. Más recientemente, la inmunoterapia se ha posicionado como una alternativa verdaderamente innovadora que ha mostrado un gran beneficio en estos tumores; mientras que innovaciones en la cirugía mínimamente invasiva han permitido mejores resultados funcionales y oncológicos. Por otra parte, tecnologías como la secuenciación del genoma humano han sentado las bases de lo que hoy llamamos medicina de precisión, que se espera permitirá crear tratamientos cada vez más personalizados para los pacientes con cáncer, mejorando su calidad de vida y supervivencia.

El “cáncer de cabeza y cuello” es actualmente considerado el sexto con mayor incidencia a nivel mundial, con más de 931,000 casos y 400,000 muertes reportadas en 2020. Más preocupante aún: se prevé que la incidencia de estos tipos de cánceres aumente en un 30% para 2030.

Factores de riesgo y síntomatología

La mayoría de los cánceres de cabeza y cuello están relacionados con el consumo de alcohol o tabaco (incluido el tabaco sin humo), si bien en años recientes ha habido un aumento en los casos vinculados a la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Otros factores de riesgo son: el virus de Epstein-Barr, la exposición a la radiación, la mala alimentación y la exposición a sustancias tóxicas.

Los síntomas que pueden presentarse son muy variados y dependen de dónde se encuentre el tumor. Algunos ejemplos son: bultos en el cuello que se pueden palpar y que no desaparecen, úlceras o lesiones en la boca que no se curan, cambios en la voz, dificultad para tragar, manchas rojas o blancas en la boca, dolor persistente en boca o garganta, cambios en la voz, un sangrado inexplicable por nariz o boca, entre otros. Se recomienda consultar a un especialista si cualquiera de estos síntomas persiste por más de dos semanas.

Prevención y detección temprana, vitales

Los tumores de cabeza y cuello pueden comprometer funciones vitales como la deglución, el habla o la respiración. Cuando se detectan a tiempo, las tasas de curación son más altas y los tratamientos menos invasivos. Desafortunadamente, el 50% de los casos son detectados en etapas avanzadas (etapas III o IV), cuando cuando los tratamientos son más complejos e invasivos y las probabilidades de cura son más bajas. Por ello, se recomienda realizar controles con especialistas en otorrinolaringología, especialmente en personas con factores de riesgo o antecedentes familiares; así como revisiones odontológicas periódicas para identificar lesiones premalignas o malignas en la cavidad oral. También se debe mantener una buena higiene bucal. La vacuna contra el VPH ayuda a prevenir el cáncer orofaríngeo relacionado con este virus.

Principales innovaciones en el tratamiento

Existen numerosos retos en la atención del cáncer de cabeza y cuello, incluyendo la detección de tumores en fases tempranas, el desarrollo de métodos de vigilancia mejorados, o nuevas opciones terapéuticas para casos aún no tratables. En la última década, diversas innovaciones han mejorado la eficacia del tratamiento y reducido los efectos secundarios, y se espera que en un futuro no muy lejano el tratamiento de este padecimiento se transforme significativamente. A continuación, un par de ejemplos de estos importantes avances:

  • Inhibidores del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR): son probablemente el avance más significativo en el tratamiento farmacológico de los cánceres de cabeza y cuello en las últimas décadas. Estos se utilizan para tratar el cáncer bloqueando la actividad del EGFR y, por lo tanto, impidiendo el crecimiento de las células cancerosas. Hay dos clases principales de fármacos que son fundamentales: los inhibidores de la tirosina quinasa (TKI), como el gefitinib y el erlotinib, y los anticuerpos monoclonales (mAB), como el cetuximab.[7]
  • Radioterapia: su dosificación y administración han mejorado drásticamente en los últimos años. Existen técnicas avanzadas que reducen la toxicidad, como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), una nueva forma de radioterapia conformada (3D CRT) que cambia la intensidad de la radiación a través de los haces, mientras que la 3D CRT administra la radiación al objetivo con una dosis mínima a los tejidos adyacentes.[8]
  • Bioimpresión 3D y medicina regenerativa: a medida que avanzan las técnicas quirúrgicas, el futuro de la atención posquirúrgica para los pacientes con cáncer de cabeza y cuello podría incluir el uso de la bioimpresión 3D y la ingeniería de tejidos con fines reconstructivos; acelerando la recuperación, minimizando las cicatrices y mejorando los resultados funcionales.
  • Terapia génica y terapias dirigidas: tienen el potencial de revolucionar el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, dirigiéndose a mutaciones específicas y ofreciendo alternativas de tratamiento más eficaces y menos tóxicas, mejorando los resultados para los pacientes con enfermedad avanzada o resistente.[9]

Gracias a la colaboración continua entre médicos, investigadores y tecnólogos, tanto de la iniciativa pública como privada, el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello será cada vez más preciso, personalizado y menos invasivo, mejorando la supervivencia y calidad de vida de los pacientes afectados.

Director General de Merck México

Macmillan Cancer Support, .

PJ Polverini, M W Lingen, , Journal of dental research, Mayo de 2019.

Małgorzata Wierzbicka, Wioletta Pietruszewska, Adam Maciejczyk, Jarosław Markowski, , Cancers, Febrero de 2025.

National Cancer Institute,

Johnson DE, Burtness B, Leemans CR, Lui VW, Bauman JE, Grandis JR (2020-11-26). "". Nature Reviews Disease Primers.

Macilwraith P, Malsem E, Dushyanthen S (2023-04-24). Infectious Agents and Cancer.

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Alfouzan AF. . Saudi Med J. 2021;42(3):247–54.

Tayyaba Sattar, Iqra Nazir, Mehreen Jabbar, Javaria Malik, Saba Afzal, Sana Hanif, Seyed Ali Mosaddad, Ahmed Hussain, Hamid Tebyaniyan, , Oncology Research, 18 de abril de 2025;33(5):1019–1032.

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