La energía eléctrica, la educación, los servicios de agua potable y saneamiento, las carreteras, ferrocarriles y las telecomunicaciones, son condición indispensable para el desarrollo del país; por ello es necesario tener capacidad instalada de generación de energía así como un sistema de distribución robusto que permita captarla, transmitirla y distribuirla a todos los rincones de la nación, que se tenga disponible y satisfaga tanto las necesidades de la población como la de los sectores productivos de cada región en específico.

Por Ing. Manuel Salas Flores
 

Por otro lado, derivado de la afectación de las cadenas productivas por la pandemia; y por la cercanía geográfica, México tiene una gran oportunidad de captar las instalaciones industriales que se quieren mover de Asia hacia zonas más cercanas como Estados Unidos de América, para ello es necesario tener capacidad instalada suficiente y el pipeline de proyectos en generación, transmisión y distribución necesarios que permitan satisfacer la demanda que se va a desarrollar en los años por venir, esta oportunidad puede permitir acercar la industria a las regiones Sur y Sureste del país.

La conciencia del impacto que la actividad económica tiene sobre el medio ambiente ha hecho que cada día más empresas se adhieran a códigos de responsabilidad social y del cuidado del planeta, lo que les lleva a establecer compromisos de sustentabilidad tales como la medición y metas a la baja en la huella de carbono de sus productos y una forma eficiente de hacerlo, entre otras, es consumir energía eléctrica de fuentes sustentables, esto nos lleva a que para seguir siendo viables para estas empresas y que podamos no solo mantener la planta productiva actual sino para atraer inversiones nuevas es necesario cambiar de la matriz de generación a fuentes de generación renovables, lo mejor para el País es que esta transición energética sea ordenada, es decir que se tracen programas de inversión que permitan a las empresas conocer el horizonte de cambio y transitar a una generación de energía sustentable pero no inmediata. Sino que sea de conformidad con nuestra capacidad y con la vida útil de la infraestructura instalada en este momento. La buena noticia es que México es potencia en estos combustibles (gas natural, hidráulica, solar y viento), especialmente en solar donde Baja California, Sonora y el norte de Sinaloa tienen de las mejores radiaciones del mundo y la tecnología está permitiendo el almacenamiento de energía térmica y/o eléctrica que permite el suministro de energía en horario nocturno.

Para satisfacer la demanda de energía eléctrica es necesario invertir del orden ciento sesenta mil millones de dólares los próximos 10 años en el sector eléctrico, tanto en generación como en transmisión y distribución, en términos prácticos significa que tenemos que construir la misma infraestructura que construimos en 60 años en un periodo de 10 años.

Esto sin duda es un reto monumental que para ser capaces de realizarlo es necesario la participación de los sectores público, privado y social, todos en un mismo fin y, por supuesto, hacer uso de todas las herramientas jurídicas y financieras disponibles que permitan un acceso a dinero con costo competitivo a mediano y largo plazo, tener las condiciones necesarias para que tanto el capital de riesgo como el de crédito sean accesibles para los proyectos, para ello es necesario como condiciones de partida:

Obtener recursos financieros en las mejores condiciones de costo y plazo, para ello es necesario que los proyectos cumplan con los criterios ASG (medio ambiente, social y de gobernanza) esto le permitirá acceso tanto a capital de riesgo de los fondos de inversión y a créditos tanto de instituciones multilaterales y como de la banca comercial y,

El respeto pleno e irrestricto del estado de derecho.

En la medida que se logre lo anterior se tendrá mayor capacidad de realización de proyectos y por tante seremos un País más competitivo que tendrá como resultado final un mejor desarrollo social y económico.

En la estructura de costos de los Organismos Operadores de Agua Potable, la energía eléctrica generalmente está entre el primero o segundo lugar, mucho en función de la forma de la captación, conducción, potabilización y distribución de agua potable; así como el manejo y tratamiento de las aguas residuales, por ello tienen una gran oportunidad de ahorro por dos vías:

mejora de la eficiencia del sistema a través de a) utilizar sistemas electromecánicos de alta eficiencia y mantenerlos en estado optimo de funcionamiento y b) mantener una operación eficiente de la red de distribución de agua potable que privilegie mantener el servicio continuo con presiones controladas y una sectorización del servicio que permita mantener el agua no contabilizada en niveles internacionales y una presión que permita que los sistemas de bombeo trabajen en el punto máxima eficiencia.

Agrupar todos sus puntos de consumo para ser consumidor calificado y, a través de esto, acceder a tarifas de energía más bajas.

En la medida que los Organismos Operadores trabajen en estos dos sentidos lograrán tener un mejor control del costo de energía que como consecuencia última les permitirá liberar recursos para utilizarlos en mejorar los servicios.

Como lo establecí en el segundo párrafo de esta columna, los servicios de agua potable y saneamiento son parte de las condiciones de partida para el desarrollo, por ello es fundamental que sean eficientes y capaces de proveer estos servicios, no solo a la ciudadanía sino también a los sectores productivos.

Para lograr todo lo anterior es necesario ser incluyentes, creativos, e innovadores para darnos la oportunidad de tener muchas alternativas de solución y poder optar por las mejores; en este sentido la participación de las mujeres es fundamental, representan más de la mitad de la población del país y son una fuente inagotable de talento, capacidad e inteligencia, por lo tanto, no tengo duda que trabajando con ellas tendremos un mejor País.

Miembro del Comité de Financiamiento del CICM

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