M. en C. José Antonio Rodríguez Tirado,
Miembro del Comité del Agua
Colegio de Ingenieros Civiles de México, A. C.
Las obras hidráulicas son un medio importante para impulsar el bienestar social, el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente. Un punto relevante consiste en precisar cómo se pueden maximizar dichos beneficios.
A continuación, se presentan dos ejemplos que ilustran el tema:
En México, al igual que en muchos países, se tienen planes para construir presas de almacenamiento, cuyo costo en nuestro país se expresa en millones de pesos, para captar el agua de lluvia y distribuirla a los diversos tipos de usuarios a lo largo del año, principalmente en los meses en que no hay precipitación pluvial.
Se puede tomar como ejemplo una presa, en la cual se tiene previsto que los volúmenes que almacene se utilicen para reforzar el suministro de agua potable a una ciudad.
Uno de los objetivos que se buscan es que los habitantes reciban el agua potable de manera continua, con la presión y la calidad requeridas, en un entorno de autosuficiencia técnica y financiera en el suministro del servicio, basado en el uso eficiente del agua, buscando preservar la sostenibilidad de las fuentes de abastecimiento.
Para ello es necesario desarrollar una serie de procesos muy bien estructurados, que deben realizarse en forma vinculada con la construcción de la presa, los cuales se pueden agrupar en la forma siguiente:
- La captación y conducción eficiente de los volúmenes de agua que se obtienen de las fuentes de abastecimiento actuales, garantizando su calidad, lo que implica la modernización y automatización de la infraestructura.
- La consolidación de una sólida cultura del agua entre la población y los usuarios, basada en el uso eficiente del recurso y de sus instalaciones.
- La aplicación de modernos sistemas de medición, facturación y cobro que propicien la autosuficiencia financiera en el suministro del servicio, que incentiven el uso eficiente del agua y que sancionen el desperdicio.
Cada uno de estos tres procesos implica diferentes estrategias y acciones, con sus indicadores, metas, fuentes de financiamiento y responsables de su ejecución, que deben ser visualizadas en un tablero de control por el prestador de los servicios.
Las estrategias y acciones deben ser definidas por un grupo multidisciplinario que cuente con los conocimientos, capacidad y experiencia requeridos; ese grupo debe enriquecerse con la participación de jóvenes profesionales y con los puntos de vista de la sociedad.
Posteriormente, se requerirá un seguimiento preciso de los avances, estableciendo cómo se pueden obtener resultados cada vez mejores e incluso de mayor impacto a los originalmente establecidos.
Es sorprendente descubrir los resultados que se pueden lograr cuando los responsables de la prestación de los servicios, los usuarios, y los actores relevantes vinculados al manejo y preservación del agua trabajan de manera conjunta, con una misma visión, con objetivos y metas claramente definidos.
Se requiere también desarrollar una serie de políticas que favorezcan la implementación de las estrategias y el logro de los objetivos y metas, entre los que destacan:
- Posicionar el tema del agua potable como un asunto estratégico y prioritario en las agendas política, económica y social, a nivel federal, estatal y municipal.
- Fortalecer la capacidad técnica y financiera de las organizaciones que proporcionan los servicios, otorgando salarios adecuados para el personal.
- Asegurar que las personas que ocupan los puestos directivos cuenten con los conocimientos, capacidad y experiencia que se requieren para proporcionar estos servicios indispensables para la vida.
De esta manera, apreciaremos y lograremos que lo que inició como la decisión de construir una presa para reforzar el suministro de agua potable a una ciudad, puede crecer de forma exponencial con otras actividades y con resultados extraordinarios, al realizar previa o simultáneamente un conjunto de procesos importantes.
A continuación, se presenta el ejemplo de una presa existente en la cual se tiene previsto originalmente destinar los volúmenes que se almacenen para el riego agrícola.
¿Cómo se pueden potencializar los beneficios que se desean?
En este caso, se pueden considerar tres procesos importantes: la modernización y tecnificación del riego, el cambio de cultivos por otros que sean mejor valorados en el mercado nacional e internacional y el colocar directamente los cultivos cosechados en el mercado.
Al modernizar el riego mediante el revestimiento de canales es factible reducir en forma importante el volumen de agua que se pierde por filtración al subsuelo hasta su entrega en la parcela, con grandes ahorros de agua, situación especialmente importante en las zonas áridas del país o donde el agua está comprometida para el riego agrícola.
Otro aspecto relevante es la tecnificación del riego a nivel parcelario mediante sistemas de aspersión o presurizado por goteo, a través de los cuales se proporciona a los cultivos el agua que realmente necesitan sin desperdicios, con lo que el agricultor obtiene una cosecha mayor por hectárea; algunos especialistas consideran que con la tecnificación se pueden incrementar los rendimientos de los cultivos en un sesenta por ciento o más.
A la tradicional unión de recursos de la federación, los estados y los municipios, se pueden agregar diversas opciones de financiamiento innovadoras y atractivas.
¿Es factible beneficiar a los agricultores a través del cambio de cultivos por otros mejor valorados, que incluso requieran menos agua?
En todo el mundo, y México no es la excepción, se ha logrado que un cultivo bien valorado en el mercado puede generar ingresos para el agricultor seis o más veces mayores que los cultivos que tradicionalmente ha cosechado.
La participación de las Universidades y de los Centros especializados en el tema es fundamental para capacitar a los agricultores y los apoyos gubernamentales dirigidos a ciertos tipos de semillas y otros elementos juegan también un papel importante.
El último proceso que se puede considerar es el de la comercialización, la cual debe mantenerse en márgenes razonables de utilidad, buscando siempre que el agricultor tenga asegurada previamente la venta de sus productos en el mercado nacional e internacional a un precio adecuado que le permita recuperar todos los gastos en los que haya incurrido y que obtenga una utilidad razonable que le permita tener un nivel de vida y bienestar socialmente justo, tal como ocurre en muchos países.
En síntesis, lo que inició como la decisión de aprovechar el agua de una presa existente o construir una nueva presa para su empleo en el riego agrícola, puede generar una serie de procesos que involucran a los agricultores, a las autoridades federales, estatales y municipales y en forma muy importante a los responsables de la prestación de los servicios de agua potable de una ciudad cercana a la presa, procesos que pueden desarrollarse previa o simultáneamente al aprovechamiento del agua de la presa que originalmente tenía como único objetivo el riego, ampliando sus beneficios al abastecimiento de agua potable.

