Conforme han avanzado las semanas desde diciembre pasado cuando comenzaron las revelaciones de “El Clan” en Latinus, el presidente López Obrador ha cambiado su postura sobre cómo abordar el asunto y sobre todo, cómo tratar de sacudirse el escándalo. Primero, como relaté en este espacio, pensó en declarar que todo era mentira, pero eso dejó de ser opción cuando supo qué tanto había en los audios y hasta qué niveles tocaban. Su cambio de planes sorprendió hasta a sus más cercanos, pero nadie reparó. Después comenzó a defender a sus hijos, a decir que no son corruptos y hasta cínicamente lanzó un reto exigiendo pruebas, mismas que han sobrado.

Lo que el Presidente no ha podido concluir es quién tuvo el atrevimiento de grabar a Amílcar Olán Aparicio, el prestanombres de la red de corrupción de sus hijos en contratos para las obras emblema y medicamentos, pero tiene tres sospechas de acuerdo con fuentes dentro de Palacio Nacional:

1.- El Ejército: López Obrador domina que hay un gran sector de las Fuerzas Armadas que no está contento con sus distintas estrategias. Desde ponerlos como albañiles, hasta el abrazos no balazos que los limita en el campo de batalla frente a las organizaciones criminales. También domina que hay otra área de militares incómodos y celosos por no haber sido ellos los beneficiados en la trama millonaria. En la cabeza del Presidente incluso hay sospechas de uno de sus cercanos y que también mencioné en este espacio hace unas semanas: el general Audomaro Martínez, que está al frente del Centro Nacional de Inteligencia y que siguió de cerca todas las actividades de sus hijos.

2.- Adán Augusto López Hernández: el exsecretario de Gobernación fue el enlace original de Amílcar Olán Aparicio con Daniel Flores, el empresario que murió en un avionazo a mediados del año pasado. Con el paso del tiempo, Adán Augusto fue eliminado de la jugada y Amílcar decidió apostar por Javier May para la candidatura a la gubernatura de Tabasco, que no era el favorito de López Hernández y éste lo consideró una traición. A Adán ya lo sentaron a preguntarle directamente si él grabó y filtró las llamadas, pero respondió que sería incapaz de meterse con los hijos del presidente. ¿Esto explica el bajo perfil de Adán en todo este proceso electoral?

3.- Julio Scherer: De entrada este ha sido el principal sospechoso de haber grabado al fiscal Alejandro Gertz Manero. Todos en el gabinete lo dicen. De acuerdo con las fuentes, Amílcar se le atravesó a Julio Scherer en algunas negociaciones tanto en Pemex como en el sector salud que terminaron por colapsar. Nadie ganó porque Julio nunca pudo romper el hilo de que Amílcar era en realidad los hijos del presidente, pero queda claro que ya no tiene el poder que presumía.

Entre estas sospechas, Amílcar sigue operando, refugiado en Tabasco. En días recientes volvió a decir que lo están dejando solo, pero que no está dispuesto a tragar cárcel por nada ni nadie.

Stent:

Varios integrantes de alto nivel en el gabinete federal saben que hay videos en el hotel St. Regis que podrían terminar con sus carreras políticas. Son sumamente personales y comprometedores, y cuentan que será cuestión de días para que vean la luz.

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