La cosa juzgada es una regla fundamental en nuestro sistema jurídico; cuando un juez emite una resolución o sentencia, dicha decisión no puede volver a discutirse, ello constituye un estado de firmeza e inmutabilidad, cuyo objetivo es dar certeza y paz jurídica, para que los justiciables sepan que una vez decidido definitivamente un conflicto pueden continuar con sus vidas, sin temor a que el asunto se reabra una y otra vez.
¿Cuál es la trascendencia de esta inmutabilidad? Imagina que las resoluciones y sentencias judiciales pudieran cambiar cada cierto tiempo, los conflictos serian interminables, los acuerdos perderían su valor y las decisiones judiciales dejarían de ser fiables, por ello se instituye la cosa juzgada, como una herramienta para tutelar los derechos, contratos, acuerdos y transacciones, que son sometidos a la decisión de una autoridad jurisdiccional, dotándolos de estabilidad una vez que el Juez emite su resolución.
Sin embargo, dichas resoluciones no son perfectas, y las situaciones judiciales no pueden ser eternas, por eso, la inmutabilidad admite diversas excepciones, entre ellas:
* Existen recursos ordinarios como la apelación, que permite impugnar resoluciones judiciales antes de que queden firmes para que puedan cambiar. La inmutabilidad surge a partir de que se agotan los recursos disponibles y legales.
* La nulidad por violación a las garantías fundamentales, cuando por ejemplo se dictó una resolución sin garantizar el derecho de audiencia, el fondo es proteger el debido proceso y no debilitar la cosa juzgada.
* En los asuntos familiares de guarda, custodia y alimentos, en los que las circunstancias bajo las que se rigen son cambiantes momento a momento.
Por ello, es clave entender que la ratio essendi de estas excepciones, obedece a la naturaleza misma de la resolución o bien a la necesidad de corregir un error judicial, pero no constituyen una puerta abierta para reabrir conflictos judiciales concluidos, por las inconformidades subjetivas de los justiciables, dichas excepciones son de estricto derecho ya que tienen reglas, requisitos y plazos cortos, la razón, mantener la seguridad jurídica de las resoluciones judiciales.
En la práctica, cuando una persona se considera afectada por una resolución judicial, es necesario asesorarse correctamente, para identificar si aún existe alguna vía viable, recurso procesal, violación a derechos fundamentales, el actuar con demora suele cerrar las puertas de la revisión.
En resumen la cosa juzgada se instituye como garantía de estabilidad, confianza en las decisiones judiciales y paz social, sus límites existen para evitar injusticias y las excepciones son controladas.
Al asegurarse que las sentencias adquieran firmeza, se protege el equilibrio entre los derechos de las partes y el orden público, evitando así la perpetuación de litigios que podrían agotar los recursos del sistema judicial y desgastar el tejido social. La inmutabilidad también contribuye a un entorno de confianza en las instituciones encargadas de impartir justicia.
Es tiempo de mujeres.
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