Durante el mes de octubre, los vecinos de Tecámac, Estado de México, denunciaron al Centro y Bienestar Animal del municipio por realizar redadas de captura y sacrificio de perros y gatos callejeros. Según las denuncias, las capturas se realizaban de manera violenta, torturando a los animales que después serían sacrificados. Incluso, en un video grabado desde el Centro se mostraba a dos personas decapitando a un perro. Las acusaciones sobre estos abusos no son nuevas, llevan desde inicio del año. En noviembre, el Centro fue clausurado por las autoridades, aunque los animales resguardados fueron trasladados a otro Centro cuyas condiciones, según activistas, son similares a las de Tecámac.
El caso no es único. Otros Centros de Control (o antirrábicos como se llamaban antes de incluir la palabra “bienestar” en el nombre) han sido señalados de tratos crueles y por usar formas de sacrificio que implican grados espantosos de dolor. En septiembre, el Gobierno de Nuevo León clausuró un Centro en Santa Catarina luego de denunciarse la muerte de 70 perros por falta de comida. Según un usuario de redes, la autoridad municipal ordenó dejar de alimentar a los animales hasta que murieran. En Guanajuato también se acusó al antirrábico por la tortura de perros antes de matarlos-algunas personas señalaban que eran sacrificados con una pistola de clavos-y por el desecho de los cuerpos al basurero municipal, sin seguir normas de sanidad.
El problema parece no tener fin. Millones de perros y gatos se encuentran en las calles sin cuidado y cada año más animales terminan abandonados y reproduciéndose. Sin intervención del Estado, representan un grave problema de salud pública. Sin embargo, pocos recursos son asignados a los Centros y los refugios privados, que dan hogar a estos animales, se encuentran siempre sobrepasados.
En este contexto han surgido iniciativas para reducir el número de animales en las calles. Una de ellas es #AdoptaNoCompres, que impulsa la adopción de mascotas, especialmente en navidad. Se estima que antes de nochebuena hay un aumento de entre 28 y 30% en la compra de mascotas y un importante número de estas terminan abandonadas para marzo/abril.
Sin duda, darle un hogar responsable a perros y gatos que viven en albergues es una buena iniciativa, aunque insuficiente frente a la magnitud del problema. Otros países/ciudades han implementado políticas que resultan más efectiva para controlar la población de animales callejeros. En estos, los perros callejeros son capturados, esterilizados, vacunados, etiquetados y liberados en el mismo lugar del que fueron recogidos. Los animales liberados impiden la llegada de nuevos perros a su territorio, controlado de manera natural la población callejera. Por supuesto, esta iniciativa requiere del interés y asignación de recursos por parte de las autoridades. Requiere además seguimiento de los animales y la participación de la ciudadanía (que en México ha sido en ocasiones increíblemente cruel). Pero la contradicción entre aprobar normas que endurecen (con penas de cárcel) el maltrato animal como se ha hecho en últimos años y dejar a la vez sin recursos los esfuerzos por cuidar a los que viven en la calle resulta ofensiva. Esta navidad, #AdopteNoCompre, pero también, impulsemos políticas más congruentes con los valores que como sociedad supuestamente defendemos.
Doctora en derecho. @cataperezcorrea

