En febrero de este año se publicó , elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal. El ranking solo compara tasas de homicidios de distintas ciudades del mundo, sin analizar otros delitos violentos, pero en ese rubro, México sobresale en forma alarmante. De las 10 ciudades con mayores tasas de homicidio, 9 están en México (Nuevo Orleans, en Estados Unidos ocupa el lugar 8). Nuestras ciudades están por encima de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, Salvador en Brasil y Puerto Príncipe en Haití. Entre las primeras 15 ciudades más violentas del mundo, el estado de Guanajuato cuenta con 2 ciudades (Irapuato y Celaya) y si miramos las 50 ciudades más violentas, ese estado tiene 3 ciudades (León) en la lista. De la lista de 50, 17 son mexicanas. No existe otro país en el mundo con tantas ciudades en la deshonrosa lista. Apenas el 11 de junio se registraron . El domingo pasado, 94. Este mes ya registra un promedio de a nivel nacional. La cosa no va bien.

Homicidios aparte, en varios ámbitos cotidianos, los mexicanos vivimos asedidados por delincuentes. Las carreteras del país, por ejemplo, se han vuelto intransitables. Hace apenas unas semanas y a plena luz del día, un grupo armado Los delincuentes cerraron la transitada autopista por más de media hora mientras bajaban carro por carro que se quisieron robar. La carretera federal 57 -la principal vía que conecta al país con Estados Unidos-, se ha convertido en una pesadilla para pasajeros. Apenas en abril fueron liberadas más de 100 personas secuestradas en ese tramo, a unos kilómetros del retén militar. Días después, reportando nuevos asaltos a automovilistas y secuestros. Según notas periodísticas, desde Matehuala los delincuentes fichan a los carros que van a robar adelante, . En la carretera Zacatecas-Saltillo, . Al sur de la CDMX, en la carretera a Cuernavaca que despojan a viajeros de sus pertenencias, incluidos vehículos. No hay Estado, y cuando llega, llega tarde.

La estrategia no está funcionando y hablar de éxito en las presentes circunstancias es querer tapar el sol con el dedo. En este sexenio han sido asesinadas más de 156 mil personas. López Obrador entró al gobierno con la promesa de una estrategia de seguridad distinta, pero en lugar de ello, apostó por más militarización, más cárcel, más prohibición y menos recursos para construir estrategias locales y policías civiles. Hemos perdido otro sexenio insistiendo en lo que sabemos que no funciona: el punitivismo y la vía militar.

Ahora toda la atención del gobierno está volcada en la elección del candidato(a) oficialista. Las corcholatas han dejado sus cargos y de manera ilegal han comenzado sus campañas (con lo que parecen ser recursos públicos, usados también de manera ilícita). Sabemos que las elecciones traen consigo más violencia, pero los candidatos(a) insisten en la continuidad, prometen hacer lo mismo que los de antes, a los que no son iguales, con cada vez peores resultados.

Profesora-investigadora del CIDE.

@cataperezcorrea

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