¿Qué es el futbol? El futbol es un deporte, un espectáculo, un negocio, un fenómeno político social, y una pasión. Una actividad humana que se desarrolla en los ámbitos nacional e internacional que requiere de una regulación de orden público para garantizar que sus costos y beneficios sean distribuidos equitativa y proporcionalmente entre quienes participan en sus diversas condiciones, ya sea como directivos, jugadores, árbitros y espectadores tanto en el ámbito amateur como profesional.

¿Qué es el derecho administrativo? El derecho administrativo, desde la perspectiva subjetiva, es el conjunto de normas y principios jurídicos que regulan la estructura, las relaciones, los procedimientos y el funcionamiento de los gestores de lo público en sus actividades permanentes para la satisfacción del interés general o colectivo. Desde el enfoque objetivo, el derecho administrativo es el conjunto de derechos y obligaciones de las entidades públicas y los particulares gestores de los públicos frente a las personas que habitan un territorio relacionadas directamente con la satisfacción del interés general o colectivo con base en el respeto, defensa, garantía y promoción de los derechos humanos.

Futbol y derecho administrativo son simbióticos en las sociedades modernas. No se puede entender uno sin el otro y en un mundo globalizado la aplicación de reglas homologadas en todos los países hace posible las competencias deportivas que estrechan los lazos de convivencia y cooperación entre la humanidad en sus diversos aspectos.

En el futbol como en la vida, el derecho administrativo está presente en los partidos llaneros o en la final del mundial. Hay reglas previas al juego (principio de legalidad), quien las aplique (autoridad imparcial), castigos por la violación a las reglas (derecho sancionatorio) y autoridades que revisan las medidas de higiene y seguridad del espacio en el que rueda el balón ya sea una escuela, un parque, un deportivo o un estadio. Esto sucede con el deporte en general, pero se visibiliza en el futbol para su popularidad.

En 2014, se promulgó la Ley general de cultura física y deportiva (LGCFD) que regula a las asociaciones deportivas nacionales, como lo es la Federación Mexicana de Futbol (FEMEXFUT), que son agentes colaboradores del gobierno federal y su actuación es de utilidad pública, por lo tanto, sus “actividades propias de gobierno, administración, gestión, organización y reglamentación de las especialidades que corresponden a cada una de sus disciplinas deportivas, ejercen bajo la coordinación de la Comisión Nacional del Deporte…”

En este sentido, la FEMEXFUT es sujeto directo del derecho administrativo, es un particular, una asociación civil con actividades altruistas (Valls y Matute, Nuevos Derecho Administrativo, 2022 7ª. ed.) obligado a la transparencia y rendición de cuentas en términos del artículo 6 constitucional más aun cuando dentro de sus responsabilidades frente a la sociedad se incluye la promoción de su disciplina deportiva, la representación nacional en competiciones internacionales y la obligación de mantener la membresía en las organizaciones internacionales respectivas como la CONCACAF y la FIFA.

El artículo 53 de la LGCFD establece con claridad:

Las Asociaciones Deportivas Nacionales son la máxima instancia técnica de su disciplina y deberán representar a un solo deporte en todas sus modalidades y especialidades, en los términos del reconocimiento de su respectiva Federación Deportiva Internacional.

También, son obligados primarios de garantizar y promover los derechos humanos en la práctica y difusión del deporte a partir de la auto organización con base en los principios de democracia, representatividad, equidad, legalidad, transparencia y rendición de cuentas, así como el respeto del interés público. Además, forman parte del Sistema Nacional del Deporte (SINADE).

La FEMEXFUT, tanto en el aspecto subjetivo como el objetivo, es una organización sometida directamente al derecho administrativo. No es un sector privado puro como lo pretenden sus dirigentes, que tienen una representación nacional, y están obligados a rendir cuentas a las instancias políticas y administrativas en foros abiertas al debate público y crítico.

El gobierno, a través de la CONADE, no es ajeno a la labor de la FEMEXFUT y es corresponsable del buen manejo de la representación nacional que llevaron al Mundial. Los mexicanos deben ser informados las razones que la estructura deportiva en todo el país, la amateur y profesional, no es capaz de conformar un equipo competitivo.

Lo sucedido el 9 de diciembre en la mañanera cuando el periodista Amir Ibrahim expuso las corruptelas de la FEMEXFUT con apoyo en una grabación ilegal, bajo el supuesto que de que lo denunciado pasaba en 2015 y ya no ocurre hoy frente a los responsables de la seguridad pública, la persecución del delito, la evasión fiscal y el lavado de dinero, así como quienes deben supervisar a las asociaciones deportivas nacional, pasa del oportunismo político al ridículo.

Lo cierto es que el domingo los mexicanos dividiremos nuestras simpatías entre las selecciones francesa y argentina. Tal vez, no logramos destacar en el futbol, porque no hemos entendido que la cultura física y deportiva es una actividad de interés público en la que la FEMEXFUT es una entidad pública no gubernamental y el gobierno un actor que debiera tener un mayor peso en la vigilancia de los principios de democracia y representatividad de sus directivos.

Investigador del Instituto Mexicano de EstudiosEstratégicos de Seguridad y Defensa Nacionales

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