Desde España, donde ha pasado buena parte de su ex presidencia, Enrique Peña Nieto comunicó vía telefónica un mensaje para su sucesor, Andrés Manuel López Obrador. A través de un interlocutor confiable para ambos, le expresó que si la Fiscalía General de la República lo cita a declarar, viajará a México y se presentará a declarar.

Según fuentes oficiales del más alto nivel, el expresidente fue más allá. Le adelantó a su sucesor, a través del mismo correo al que los dos le tienen mucha confianza, lo que diría frente al ministerio público en caso de ser requerido:

Que Lozoya se va a enredar en sus propias mentiras. Que él nunca supo de los millones de dólares de Odebrecht a su campaña presidencial de 2012, y que si Emilio Lozoya pidió y recibió dinero para eso y otras cosas, fue a título personal. Que la relación de Peña Nieto con Odebrecht y sus dueños siempre se dio a través de Lozoya. Que él lo presentó con ellos porque eran sus amigos, y que quien los promovió para hacer negocios en el sexenio fue el propio Lozoya. Que su campaña presidencial no necesitaba recursos del extranjero, que tenía suficiente con los apoyos de empresarios mexicanos y sobre todo, de la veintena de gobernadores priistas que en ese momento estaban en funciones. Que en el tema de la empresa Agronitrogenados, él ni amigo era de Alonso Ancira, que esa operación fue fruto de la relación de Lozoya con el expresidente Carlos Salinas de Gortari. Y que en la reforma energética, él como presidente nunca pidió a su director general de Petróleos Mexicanos que se reuniera con ningún legislador para convencerlo de nada porque esos votos los cabildeaban sus secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

El exmandatario sabe que su destino depende de un solo hombre: el actual presidente de México.

SACIAMORBOS

1.- En su declaración, Emilio Lozoya Austin detalló días, horas y lugares en los que habría entregado el dinero a políticos. Viene la etapa de dichos contra pruebas, ataques y defensas. Como cantaría Joaquín Sabina, “ocupen su localidad y presten todos atención: a punto está de levantarse el telón”.

2.- Una corrección. El restaurante citado ayer en esta columna Historias de Reportero no se llama Prado Norte, sino Otro Barrio. Es el lugar que frecuentaba, siempre custodiado por varios hombres con armas largas, el papá del exsecretario de Desarrollo Social y diputado priista Luis Miranda Nava.

historiasreportero@gmail.com

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