El gobierno federal está preparando un nuevo golpe jurídico-propagandístico. Al estilo de la declaración del exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya, está fraguándose la confesión del abogado Juan Collado, figura clave de lo que el presidente López Obrador califica como “la mafia del poder”, y quien está detenido desde julio de 2019.
Fuentes de primer nivel me aseguran que en Palacio Nacional existe una fluida comunicación con el abogado Juan Araujo, pieza central de la defensa de Collado. El planteamiento del gobierno es que, a cambio de ser dejado en libertad, Collado entregue dinero y firme una declaración política en la que relate “cómo se orquestó el fraude electoral de 2006”, según me explicó una de las fuentes.
Este relato haría énfasis en el episodio de los videoescándalos de 2004: cuando el empresario Carlos Ahumada grabó a varios integrantes del primer círculo obradorista mientras les daba dinero en efectivo, entre ellos, su exsecretario particular, René Bejarano.
El objetivo de esta declaración ministerial es validar la postura de López Obrador de que fue víctima de una conspiración fraudulenta que le arrebató la Presidencia en el 2006, y alimentar así la narrativa sobre la corrupción del pasado. Qué nombres incluir y bajo qué acusaciones, es parte también de lo que se está consensando entre las partes.
También, ya le decía, hay un tema de dinero. A Collado se le congelaron más de 80 millones de dólares en Andorra, y parte de la negociación es saber cuánto tendría que depositar al gobierno federal asumiendo que se trata de fruto de actos de corrupción que salpican toda la era PRIAN (como dice el presidente AMLO), que incluye los sexenios desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto.
Entre las cosas que están terminando de negociarse es que el arreglo entre Palacio Nacional y Juan Collado tenga el visto bueno de la Fiscalía General de la República.
1.- Otra muestra de la insensibilidad del presidente. Descalificó, acusó, enfrentó a las víctimas de la violencia, a las mujeres que protestan por los feminicidios, a las mamás que quieren guarderías, a los papás de niños con cáncer. Y ahora, desdeña a sus paisanos tabasqueños que están inundados por la negligencia de la CFE ante las fuertes lluvias. Primero no quiso ir de gira, y luego, cuando se decidió a ir, fue una gira fifí, en helicóptero, en la que no se ensució los zapatos.
2.- El gobierno prepara para esta semana la condecoración a Jesús Seade, por sus supuestos logros en la renegociación del TMEC. Todos los involucrados en ese trabajo saben que cuando llegó Seade, se terminó la negociación: él se puso a los pies de Trump, entregó todo lo que pidió Estados Unidos, y México irá pagando —aún más en el gobierno de Biden— este sometimiento. Para que no se viera fea la condecoración, la exoneradora del gobierno, Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, ya declaró que no hay nada irregular en la denuncia contra Seade, quien fue descubierto haciendo viajes y pasando largas temporadas de “aviador” en Asia -donde está su casa-, y hasta a acudiendo a una pelea del Canelo a Las Vegas, a costa del erario y volando en primera clase. Condecoración al desvío de recursos.