Hace un año publicamos los dos videos de Pío López Obrador recibiendo dinero en efectivo de manera clandestina y diciendo que era para la campaña de su hermano Andrés Manuel.

Está por cumplirse un mes de que salió el video de Martín Jesús López Obrador recibiendo dinero en efectivo clandestinamente y diciendo que era para su hermano Andrés Manuel.

A ninguno de los dos se le congelaron cuentas bancarias para investigar, ni les abrieron un expediente en el Servicio de Administración Tributaria, ni la Fiscalía General de la República ha procedido.

En la conferencia mañanera de Palacio Nacional ninguno de los dos ha sido blanco de señalamientos contundentes de parte del presidente que afirma que su gobierno ya acabó con la corrupción y desterró el influyentismo.

Todo lo contrario. En el caso de Pío, el presidente concluyó, antes de cualquier investigación, que se trataba de “aportaciones al movimiento”. Incluso comparó tal práctica con las contribuciones que recibió el movimiento de Independencia de México. Pasó a ser un hecho casi heroico.

En el caso de Martín Jesús, el presidente dictaminó, antes de cualquier indagatoria, que era un préstamo personal, un “trato entre particulares”.

Al hombre que les dio el dinero y que además grabó en video a los hermanos López Obrador recibiéndolo, tampoco le congelaron cuentas ni le abrieron expedientes. Y en la mañanera nunca se volvió blanco de exhibición para el escarnio. Sólo se abstuvo de tomar posesión del cargo que le acababa de encomendar el primer mandatario como garante de que no hubiese corrupción en las compras públicas de medicamentos.

Si estos personajes hubieran sido “adversarios” del presidente, ¿cómo les hubiera ido?

SACIAMORBOS

¡Albricias! ¡Se cumplió la promesa del presidente! ¡Tenemos una sociedad más igualitaria! ¡En lugar de que los pobres sean menos pobres, tenemos que la clase media es baja, y los ricos son menos ricos! ¡Hay menos desigualdad! El INEGI precisó que por la pandemia, en 2020 el 10% más pobre de la población no perdió ingresos… el restante 90% se volvió más pobre. ¿Por qué? Porque el presidente López Obrador decidió que, en contra de lo que hicieron todos los gobiernos del mundo, no iba a dar apoyos económicos a los trabajadores y las familias mexicanas para contrarrestar los devastadores efectos de los cierres y confinamientos por el coronavirus.


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