Chihuahua pasa por una crisis en la procuración de justicia que no tiene precedentes. El ex gobernador César Duarte no sólo dejó a nuestro estado sumergido en una crisis económica al desviar el dinero del pueblo para dárselo al PRI. Ahora, en complicidad con la gobernadora Maru Campos, están utilizando las instituciones para vengarse de quienes combatieron su red de corrupción. Lo han hecho fundamentalmente mediante la intimidación política, con el uso faccioso de la procuración de justicia, e incluso, clausurando una librería como una vendetta política en contra del ex gobernador Javier Corral.

Por ello, cuando se cometen arbitrariedades, lo correcto es estar del lado de la justicia y la verdad. Es imprescindible que todo México se entere del atropello que acontece en Chihuahua y del abuso de poder que el Gobierno del Estado está ejerciendo contra quienes persiguieron la corrupción estatal de uno de los sexenios más infames en la historia del país.

En la movilización del domingo 15 de enero, exigimos libertad para el ex fiscal Anticorrupción Francisco González, encarcelado por el gobierno represor de Maru Campos, sin pruebas y bajo un proceso infundado. Dicho proceso -por su relevancia política, mediática y falsa acusación de tortura- debe ser atraído por el Fiscalía General de la República, como lo reconoció el Presidente Andrés Manuel López Obrador al externar su preocupación.

Al ex gobernador Corral y a mí nos une el ideal de terminar con la corrupción que dejó a Chihuahua con una deuda de 55 mil millones de pesos. Dicha deuda arrasó con nuestro estado, comprando el silencio de los diversos actores políticos, mediante una nómina secreta que permeó a todas las instituciones y poderes del Estado.

Nos une la lucha por un Chihuahua que deje de ser sinónimo de decadencia, para emprender la senda de la regeneración y del humanismo mexicano. Esencialmente, no mentir, no robar y no traicionar al pueblo chihuahuense. En la tarea de terminar con la inmundicia política, él cuenta conmigo y sé que podemos contar con él.

La tirana Maru Campos ha pretendido satisfacer sus complejos dictatoriales con un atentado directo en contra de la literatura y la cultura. Al más fiel estilo de los regímenes totalitarios, y tras el reconocimiento público de la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, la gobernadora clausuró el día de su inauguración la librería Sándor Márai.

En mi visita a la librería, me llamó la atención la sección infantil, que cuenta con obras fundamentales para el desarrollo de la niñez chihuahuense. Al clausurarla, Maru no sólo atentó contra la cultura, la literatura y Javier Corral, lo hizo también contra las niñas y los niños de nuestro estado. Además, la clausura se suma a otros actos que evidencian una agenda llena de odio, en contra de la cultura en Chihuahua como la cancelación del FICH, la Feria del Libro en la Frontera y el recorte a la Muestra Estatal de Teatro.

Desde la resistencia en las calles y en los espacios de promoción de lectura y cultura, seguiremos denunciando la corrupción del Maruduartismo. Debemos condenar la privación ilegal de la libertad del maestro Francisco González Arredondo y el cierre de la Librería Sándor Márai. Actos con un profundo talante autoritario y que son muestra del retroceso democrático que sufre Chihuahua.

Senadora de la República por Chihuahua
 

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