Juan L. Kaye López
Estos son cuerpos de agua o presas construidas exprofeso para regular las avenidas pluviales, en la gran cuenca del Valle de México. Su propósito como lo indica su nombre es captar, contener y regular los flujos de agua que por la orografía del valle se canalizan naturalmente y que de no hacerlo podrían, causar enormes daños a los asentamientos humanos ubicados en sus inmediaciones.
Con el tiempo, se arrastran cantidades importantes sólidos y otros materiales de origen natural hacia las presas o vasos reguladores reduciendo su capacidad de almacenamiento con el consecuente riesgo de que al llegar la temporada de lluvias los niveles de agua rebasen la cortina y la canalización de las aguas se vuelva de alto riesgo.
En el Valle de México, existen al menos 20 vasos reguladores, presas o lagos con esa función, menciono algunas:
- Lago Nabor Carrillo en Texcoco,
- Presa Madin en Atizapán,
- Presa Lago de Guadalupe en Cuautitlán Izcalli,
- Lago de Chalco en Chalco
- El Caracol en Texcoco
- Vaso regulador “Gran Canal” en Venustiano Carranza
- Vaso regulador “El Cristo” en Naucalpan
- Presa el Capulín, la Herradura en Huixquilucan
- Presa Endho en Tula
De esta última, no podemos omitir mencionar el grave daño que sufrió la ciudad de Tula, Hidalgo en la temporada de lluvias del 2021, cuyas inundaciones dejaron una grave estela de destrucción.
El desazolve es un gran problema en todos los vasos reguladores y presas de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Cada año, previo a la temporada de lluvias, las autoridades de los organismos responsables; CONAGUA, el Sistema de Aguas de la CDMX y la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), debieran llevar a cabo los trabajos de desazolve para devolverles su capacidad de almacenamiento y regulación, pero año con año la desatención del tema causa inundaciones y daños materiales graves que se manifiestan en toda su crudeza en los asentamientos (irregulares en su mayoría) que sabedores del riesgo han desarrollado sus precarias viviendas en sus inmediaciones (a ciencia y paciencia de las “autoridades”).
La teoría (que en nuestro país es letra muerta), indica que los vasos reguladores deben contener agua de lluvia cuyo escurrimiento se controla para canalizarlas adecuadamente aguas abajo.
En la práctica, los asentamientos irregulares que se han ubicado principalmente en la zona Poniente del Valle de México, y que hoy cuentan con casi todos los servicios, forman grandes colonias, así como muchos desarrollos habitacionales formales descargan sus aguas residuales a barrancas y ríos llegando a los cuerpos de agua y vasos reguladores, cuyo hedor aumenta considerablemente en la temporada de estiaje, pues el agua contenida queda estancada. Aguas con residuos orgánicos, con un alto contenido de basura es arrastrada por cauce de los arroyos alimentadores de dichos vasos, convirtiéndolos en un área de extraordinario riesgo para la salud. El mal olor, presencia de fauna nociva, emisiones a la atmosfera con altos contenidos de gas metano (por los residuos orgánicos), plagas de insectos y altas concentraciones de CO2, entre otros son causa de problemas respiratorios y gastrointestinales… agreguemos a esto la contaminación que por infiltración se da en los mantos freáticos.
La presa del Capulín en Huixquilucan es un ejemplo de abandono, descuido y de la incompetencia de las autoridades del municipio de Huixquilucan, la CAEM y la CONAGUA como responsables del manejo del recurso hídrico y de la disposición y manejo del recurso hídrico y operación en su caso de plantas de tratamiento de agua residual.
La presa recibe entre otros el caudal de la cuenca del Rio San Joaquín y ese caudal recibe las aguas residuales de varias colonias residenciales como la Herradura, no se cuenta con un emisor construido para ese efecto, por lo que las aguas fluyen libremente en varios causes que funcionan como colectores y receptores naturales (barrancas y algunos tramos entubados) que descargan en el arroyo San Fernando, la propia presa y Río Frío, Río de la Loma, la Pastora y Río Hondo.
¿Como resolver el grave problema de contaminación de vasos reguladores y presas?
- Evitar la acumulación de basura en las calles y barrancas, ya que con las lluvias la basura termina en nuestros ríos y presas.
- Desazolvando con oportunidad los vasos para asegurar que cumplan su función y no sean causa de desbordamiento e inundaciones.
- Construyendo colectores “marginales” en barrancas para evitar la llegada de aguas negras y residuos peligrosos a las presas.
- Otorgar licencias de construcción a los desarrolladores inmobiliarios si se asegura la consideración para operar plantas de tratamiento de sus aguas residuales con el propósito de reusarlas…
- Y no olvidando que los vasos reguladores se diseñaron para dar cauce a las aguas de lluvia no para manejar aguas residuales.






