Por: Carlos Corral Serrano
La metropolización es un proceso acelerado que ha transformado la dinámica de las ciudades en todo el mundo. En México, este fenómeno se ha intensificado en las últimas décadas, provocando que las ciudades crezcan más allá de sus límites administrativos y conformen amplias zonas metropolitanas. Según datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), actualmente existen 74 zonas metropolitanas en el país, que abarcan a más de la mitad de la población mexicana. Esto plantea importantes desafíos para la gobernanza y planificación urbana, ya que estas áreas no solo representan grandes concentraciones de población, sino que también son el motor económico de la nación.
La expansión urbana, sin una planificación adecuada, ha generado problemas de fragmentación territorial, insuficiencia de servicios públicos, congestión vial, deterioro ambiental y desigualdad social. Ante estos desafíos, se vuelve urgente replantear el concepto de metropolización y las estrategias para su gestión. En este artículo, se analizarán los principales problemas derivados de la metropolización en México y se propondrán soluciones basadas en un enfoque de gobernanza metropolitana, utilizando como base datos oficiales actuales.

La metropolización en México ha sido resultado de un rápido crecimiento urbano, impulsado por la migración rural-urbana y el desarrollo económico concentrado en grandes ciudades. La expansión de las ciudades mexicanas ha llevado a la integración de municipios circundantes que, aunque mantienen autonomía administrativa, forman una unidad funcional en términos económicos, sociales y de movilidad.
En las últimas décadas, la población metropolitana en México ha crecido de manera acelerada. Ciudades como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara se han convertido en grandes áreas metropolitanas que superan los 10 millones de habitantes en conjunto. Sin embargo, este crecimiento descontrolado ha generado múltiples problemas, incluyendo la expansión urbana no planificada, que resulta en cinturones de pobreza y deficiencias en servicios públicos.
El principal reto de la metropolización es la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y los municipios que conforman las zonas metropolitanas. La administración fragmentada dificulta la implementación de políticas integradas en áreas como transporte, vivienda, servicios públicos y desarrollo económico. Esto provoca que la planificación y ejecución de proyectos urbanos no sea eficiente ni equitativa. La falta de planificación ha llevado a que las áreas metropolitanas mexicanas enfrenten serios problemas de movilidad, con congestiones de tráfico masivas y transporte público deficiente. A esto se suma la carencia de vivienda accesible y servicios de infraestructura adecuados en las zonas periféricas, lo que perpetúa la desigualdad social.
Ante los desafíos que enfrenta la metropolización, la gobernanza metropolitana emerge como una solución clave. Este concepto implica la coordinación entre diferentes niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) y sectores de la sociedad (público, privado y social) para gestionar de manera integral las zonas metropolitanas. En México, la gobernanza metropolitana ha comenzado a implementarse a través de la creación de organismos metropolitanos en algunas de las ciudades más grandes del país. Estos organismos buscan coordinar la planeación urbana, la movilidad, el uso del suelo y los servicios públicos entre los municipios que conforman las zonas metropolitanas.
Un caso destacado es el de la Ciudad de México, donde se ha formado una Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas y Privadas para gestionar temas como el transporte y el medio ambiente en toda la zona metropolitana. Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer para consolidar un modelo de gobernanza metropolitana efectivo en todo el país.
La importancia de preservar y revitalizar los centros históricos como parte de la estrategia de gobernanza metropolitana es fundamental no solo para la identidad cultural de las ciudades, sino también para su economía, al ser polos de atracción turística y comercial. Para lograr una metropolización exitosa, es necesario integrar la modernización y conservación del patrimonio urbano en la planificación metropolitana.
La implementación de una gobernanza metropolitana sostenible requiere un enfoque integral que abarque diversos sectores. A continuación, se presentan algunas propuestas clave:
El futuro de las zonas metropolitanas en México depende de la capacidad de los gobiernos locales, estatales y federal para trabajar de manera conjunta y coordinar la planificación urbana de manera eficiente. La clave para el éxito radica en la creación de una visión de largo plazo que considere tanto las necesidades actuales como las proyecciones de crecimiento demográfico y económico.
En conclusión, la metropolización en México presenta desafíos significativos que requieren una respuesta coordinada a través de una gobernanza metropolitana eficaz. Solo mediante la planificación integral, la cooperación intergubernamental y la participación ciudadana será posible enfrentar los retos del crecimiento urbano descontrolado y asegurar un desarrollo sostenible para las futuras generaciones.
Es director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Urbanistas, AC