Por Francisco Suárez Dávila

Nuestro país presenta un peligroso momento de confrontación y descontento y, la Presidenta Sheinbaum, su primera crisis política a un año de iniciarse su gobierno. Este “punto de quiebre” ha sido provocado entre el 15 y el 20 de noviembre por las manifestaciones de la generación Z y otros grupos en reacción a los trágicos asesinatos de Michoacán y como protesta por el tema central de la violencia y la inseguridad que invade el país. Estas manifestaciones de enojo e inconformidad han sido apoyadas por diferentes grupos y diversas causas: los campesinos, los transportistas, los universitarios, los maestros, los médicos, los militares en retiro.

El problema se ha agravado por las torpes respuestas del gobierno, particularmente en el discurso de la Presidenta del día de la Revolución, que lejos de atender los problemas, se ha abocado a descalificar, encontrar culpables, haciendo responsables a los partidos políticos de oposición, a los que favorecen la intervención extranjera, creando un ambiente de crispación y polarización, cuando se requiere la unidad nacional de propósitos.

En este ambiente de lucha mediática por la narrativa, han surgido también de manera reprobable expresiones de nuestra historia, capturada y deformada por la ideología. Destaco algunos ejemplos:

Sergio Sarmiento, editorialista, con cuyas ideas normalmente concuerdo, expresó en su columna: “No hay nada que celebrar, ni en la Revolución Mexicana, ni en personajes como Villa… La Revolución fue una tragedia que no dejó un legado positivo para México, sino un régimen de partido único, y el enriquecimiento personal de un grupo de generales y políticos…”. Macario Schettino escribe en su artículo Conspiraciones, síntesis de su reciente libro: “Se recordó ayer el 115 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, ese proceso mítico… que interrumpió la construcción de un Estado Moderno que había encabezado Díaz por tres décadas”. Del otro lado ideológico, la Presidenta Sheinbaum recordó que “la Revolución Mexicana es una de las grandes transformaciones del siglo XX, que reivindica derechos sociales, soberanía e independencia, recursos de la nación y el derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes. La Revolución fue un levantamiento armado contra el Dictador Porfirio Díaz, quien encabezó durante 34 años un régimen de opresión, autoritarias o/y privilegios”. Reivindica para la 4T ser la heredera y continuadora de esa transformación y fustiga a los conservadores de querer restaurar el porfiriato. López Obrador incursionó recientemente en el ruedo del “Revisionismo histórico” con su nuevo libro “Grandeza”.

En momentos de crisis, surge la pregunta, ¿quiénes somos?, ¿cómo llegamos aquí?, ¿dónde estamos como nación? La historia ofrece respuestas importantes. Destruirla, denostarla, argumentar que tenemos un pasado continuo de fracasos, significa hundirnos en la depresión anímica como nación. Me parece que un recorrido objetivo por sus páginas demuestra lo contrario. Ciertamente, como cualquier país hemos pasado por crisis, malos gobiernos, pero nuestra historia refleja en general que somos un gran país y que tenemos legados muy positivos, y que podemos capturar nuevas oportunidades.

I. El legado de la polémica Revolución Mexicana.

Hemos visto que la Revolución Mexicano tiene impulsores y detractores. Sin duda fue sangrienta. Abarcó todo el país, murieron miles en los combates, también por enfermedades. Pero fue una Revolución importante, considerada la primera Revolución Social del Mundo. Se plasma en una Constitución -la de 1917- evidentemente de vanguardia. Establece como punto fundamental la no reelección, una de sus grandes banderas; la otra, la reforma agraria, los derechos laborales básicos, la propiedad del subsuelo que corresponde a la nación; los derechos de salud y educación, la libertad de creencias. Destaca como ejemplar por la participación amplia y la discusión, la Convención de Aguascalientes. Surge un líder y uno de los presidentes importantes: de nuestra historia: Venustiano Carranza. El triunfo sobre el Ejército profesional porfirista fue posible por el Ejército del Noroeste al mando del general Obregón, y muy importante militarmente la División del Norte de Francisco Villa, ciertamente responsable de muchos crímenes. Zapata encabezó un importante movimiento social en una zona muy pobre. Después del asesinato de Carranza se da una época de turbulencia por la lucha por el poder entre las facciones revolucionarias. Finalmente, Álvaro Obregón consolida el poder y es asesinado cuando quiere reelegirse.

II. El proceso de modernización y creación institucional bajo el Maximato Callista.

El gobierno de Calles y el periodo de su Maximato es responsable de un importante periodo de modernización nacional: una preocupación fundamental es el desarrollo de la infraestructura de caminos e irrigación. Para ello crea la Comisión Nacional de Irrigación y la de Caminos. Se crea el Banco de México con una participación importante de Gómez Morín. Designa como Secretario de Hacienda a uno de los grandes secretarios de este ramo, Alberto J. Pani, que plantea la Política Hacendaria del Nuevo Régimen. Ello implica la nivelación de los presupuestos, eliminar el déficit fiscal, reorganizar el sistema bancario, se crea la Comisión Nacional Bancaria, una reorganización fiscal que implica crear el impuesto sobre la renta y, con la Primera Convención Hacendaria, un primer sistema de dar atribuciones fiscales a estados y municipios. Para apoyar al campo se crea el Banco de Crédito Agrícola, y para la Infraestructura, Banobras, dando origen a la banca de desarrollo. Se crea un Ejército profesional moderno e institucional con el impulso del Gral. Amaro. Se da forma política al movimiento revolucionario, creando un verdadero partido político, el PRI, integrando orgánicamente a las tres facciones revolucionarias: trabajadores campesinos, burocracia, dándoles estructura organizativa.

Estas aportaciones deben en sí mismas acreditar las aportaciones históricas de Calles y del movimiento surgido de la Revolución. La Constitución no quedó en el papel. Con el Secretario de Educación Vasconcelos se dio una gran cruzada para alfabetizar al país. Vale la pena subrayar que este gran desarrollo institucional fue posible por los cuadros emanados del sistema educativo nacional, la Universidad Nacional y su gran Escuela Nacional preparatoria, que forjó una generación de profesionistas de altísimo nivel y compromiso: ingenieros, abogados, agrónomos, médicos, arquitectos, contadores, que dieron sustento a las instituciones.

III El Proceso de Reformas Cardenista.

El gobierno del Gral. Cárdenas representa el más eficaz Programa de Gobierno para la aplicación de los preceptos de la Constitución de 1917 y le da vigencia al programa de la Revolución misma.

Un primer aspecto es el impulso que dio a la Reforma Agraria a lo largo del país y la creación de ejidos y comunidades. En apoyo del proceso creó el Banco de Crédito Ejidal, junto con el impulso al de Crédito Agrícola. El Segundo aspecto es la aplicación del principio que el subsuelo pertenece a la nación, a través de la expropiación petrolera, todavía más necesario por la rebeldía de las compañías petroleras de aplicar el fallo de la Suprema Corte. Llevó una delicada negociación con el gobierno norteamericano, que se facilitó por la inminencia de la Segunda Guerra Mundial. En apoyo de la expropiación creó Pemex, bajo una administración competente y profesional. Así mismo, en materia energética creó la Comisión Federal de Electricidad. El tercer aspecto fue dar vigencia a los principios constitucionales y de la Ley Federal del Trabajo en defensa de los trabajadores y su derecho de huelga.

Estas son las reformas sociales más conocidas. Pero hay que destacar que en un sentido amplio aplicó políticas similares al del New Deal que estaba instrumentando Roosevelt. A través de su ministro de Hacienda, Eduardo Suárez, aplica políticas de naturaleza keynesiana para acabar de salir de la Gran Depresión. Esto implica un programa activo de inversiones en obra pública, irrigación y energía. Contra la opinión conservadora de algunos miembros del Consejo del Banco de México, incurre en algún grado de financiamiento deficitario con recursos del Banco de México dentro de un límite establecido, que implica reformas a su ley. También se avanza en el proceso de industrialización con un crecimiento rápido.

IV. Desarrollismo e industrialización, 1940-1958.

El gobierno del Presidente Ávila Camacho debe enfrentar los retos y aprovechar oportunidades vinculadas a la Segunda Guerra Mundial. Debe, de inicio, hacer frente al ambiente de polarización provocadas por las políticas sociales de Cárdenas y la muy competida elección presidencial. Para ello convoca a un gobierno y un gabinete de Unidad Nacional con los mejores y más competentes funcionarios.

Desde luego, impulsa y apoya la creación de las grandes instituciones que surgen de la Guerra: la ONU y las Instituciones de Bretton Woods, el FMI y el Banco Mundial. Profundiza con el Secretario Suárez la “estrategia desarrollista”, que implica darle un fuerte apoyo al proceso de industrialización. Para ello, dadas las limitaciones que impone Estados Unidos a la exportación de productos que requiere para su esfuerzo de guerra y la demanda de otros, establece una política de sustitución de importaciones y de exportaciones. Adicionalmente se da un primer Acuerdo de Mano de Obra, el Programa de Braceros, y formaliza un primer acuerdo comercial. En apoyo de esta política impulsa un brazo muy eficaz, Nacional Financiera, que además de dar financiamiento, aporta capital para la creación de empresas básicas como Altos Hornos, Cobre de México, Guanos y Fertilizantes, etc.

Necesitó actuar también en obstáculos que impedían el acceso al necesario Crédito Externo: un Acuerdo a la Indemnización de las compañías petroleras y un primer Acuerdo exitoso con los acreedores extranjeros de deuda, que venía del Porfiriato y que se logró en condiciones muy favorables en 1942. Al mismo tiempo, dentro de este vigoroso programa de formación de instituciones, se fundó el Seguro Social para dar asistencia y generar ahorro. Un gran impulso a la Educación con Jaime Torres Bodet.

El proceso de industrialización fue una de las políticas que más impulso el Presidente Miguel Alemán, el primer presidente civil, después de la Revolución. Para ello fomentó relaciones muy importantes con el Sector Privado. El resultado fue lograr un crecimiento anual de 6%, de los más altos del mundo, después de Japón. El Presidente Alemán siempre dio un gran impulso al turismo.

El siguiente Presidente, Adolfo Ruíz Cortínes (1952-1958) continuó con las mismas políticas desarrollistas e industrializadoras. Hubo de hacer frente a situaciones de expansión, contracción en la economía mundial, vinculadas con la Guerra de Corea en 1951-2. El ministro de Hacienda Carrillo Flores promovió la creación de un Fondo para la Pequeña y Mediana Industria en Nafinsa. Se creo una ley de Fomento Industrial, pero se buscó deliberadamente un crecimiento balanceado entre industria y agricultura. Tuvo que realizarse una exitosa devaluación en 1954, que fue acompañada de un muy exitoso programa de ajuste económico, apoyado por el FMI. Así se pudieron mantener tasas de crecimiento de 6%.

V. El desarrollo estabilizador (1958-1970).

En este periodo, bajo las presidencias de López Mateos y Díaz Ordaz, y Ortiz Mena como Secretario de Hacienda, se dio uno de los periodos de política económica más exitosos de nuestra historia, el llamado desarrollo estabilizador de 1958-1970, que produjo crecimiento anual de 6% pero, después de la exitosa devaluación de 1954 y su programa, ya se logra la estabilidad de precios de alrededor del 2%. Se crea una reforma fiscal para simplificar el impuesto sobre la renta y eliminar el impuesto sobre herencias.

Se dio un espectacular desarrollo del sistema bancario con las financieras. Con el Banco de México se estableció un original programa de asignación selectiva de crédito, canalizando parte del ahorro bancario a fines del desarrollo nacional. Para ello se creó también una batería de fondos de fomento, como el Fira para agricultura, Fomex para exportaciones y, para el turismo, Fonatur, iniciándose el proyecto de Cancún. También se fundó el Banco Nacional Agropecuario y la Aseguradora Agrícola Ganadera, instituciones necesarias que después se eliminaron. Fue una época de gran cooperación continental, bajo el espíritu de la Alianza para el Progreso. Se creó el Banco Interamericano de Desarrollo.

Dentro del éxito, el Desarrollo Estabilizador comenzó a dar señales de agotamiento. Sus críticos argumentaron que se había agotado el efecto de la política de sustitución de importaciones y debía darse más impulso a las exportaciones, cuyo insuficiente dinamismo representaba un “cuello de botella”. El mercado interno daba señales de limitación por la desigualdad en el ingreso, debía impulsarse no solo la agricultura moderna, sino la de temporal y, en suma, mayor apertura de la economía y mayor competencia interna. Aunque se había mantenido un moderado déficit fiscal, la deuda externa había aumentado.

VI. Auge petrolero, irresponsabilidad fiscal y crisis: 1970-1982.

El Presidente Echeverría estaba consciente de que el desarrollo estabilizador estaba agotándose. Promovió el concepto de “desarrollo compartido”. Ello significó aumentar el gasto público en forma descontrolada y el tamaño del Estado, que aumentó a 1,200 entidades públicas. Hubo sostenida creación institucional. Se creó una institución para promover las exportaciones (IMCE), la tecnología (Conacyt), se concluyó Cancún. Fundó el Infonavit. Entró en un círculo vicioso, aumentó el déficit fiscal, inflación, desequilibrio de balanza de pagos, salidas de capital. Finalmente, devaluación traumática de 1976.

López Portillo inició el gobierno con un gran auge petrolero, y colas de banqueros ofreciendo dinero. Para “administrar la riqueza petrolera”, formuló un plan sofisticado de desarrollo industrial. Creó varios polos de crecimiento: Lázaro Cárdenas, Altamira, Coatzacoalcos, Salina Cruz. Desarrolló la industria siderúrgica, petroquímica y de bienes de capital; crecimos al 8%. Desafortunadamente, por factores internacionales, cayó el precio del petróleo, aumentaron las tasas internacionales de interés. No hizo los ajustes necesarios, acudió a un elevado déficit fiscal y una monumental deuda. Los mercados lo percibieron; se cerró el crédito y hubo que solicitar un apoyo financiero internacional. Como último recurso, somete el error de nacionalizar la banca, lo cual agrava el problema.

VII. Reformas neoliberales, Estancamiento Estabilizador: 1982-2018.

El Presidente de De la Madrid, ante la crisis de deuda y las exigencias de los deudores, inicia el primer gran programa de reformas estructurales. Una de ellas es el reducir la obesidad del Estado Mexicano. Ello requiere un gran programa de privatizaciones y un programa de ajuste fiscal. El otro es una apertura de la economía, que eventualmente significa entrar al GATT. Con su destacado Secretario, Silva Herzog, logra un acuerdo internacional que significa reestructurar los pagos de la deuda y recibir dinero fresco. El problema de la deuda es mundial. México lleva la vanguardia en las negociaciones y las políticas a adoptar.

El Presidente Salinas intensifica aún más las reformas estructurales del sector público. Para continuar la apertura comercial, logra un gran cambio institucional, a través de un Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que alentaría un “boom” de exportaciones y de inversión extranjera. Decide asimismo reprivatizar la banca nacionalizada, que se ejecuta muy mal, genera un grupo de financieros especuladores, un “boom” no fiscal, pero sí de expansión irresponsable del crédito. Esto genera un gran desequilibrio de balanza de pagos, se producen como amortiguadores más deuda, los tesobonos. Se da una devaluación mal ejecutada, con aumento brutal en tasas de interés, se produce un serio problema con una banca quebrada.

El Presidente Zedillo, excelente economista, conoce muy bien el problema, adopta un conjunto de medidas necesarias, incluyendo un rescate bancario. Obtiene un programa masivo de apoyos del Presidente Clinton y logra estabilizar la economía. Promueve un Sistema de Pensiones -las Afores- para generar ahorro. Aprovecha el TLCAN. En las elecciones presidenciales pierde el PRI, reconoce la derrota y permite una transición ordenada del gobierno.

Se produce la alternancia política con el Presidente Fox. Él continúa con gran ahínco las reformas neoliberales con el apoyo de su Secretario de Hacienda Francisco Gil, egresado de la Universidad de Chicago, casi vicepresidente. Mantiene rigurosamente el equilibrio fiscal y mantiene baja la inflación. Se inicia un largo periodo de crecimiento mediocre de 2% con estabilidad, el “estancamiento estabilizador”. El Presidente Calderón daría continuidad a las mismas políticas con los mismos resultados.

Enrique Peña, líder carismático, regresa al PRI al poder. Intenta un paquete de reformas de gran aliento para abrir algunos procesos de Pemex a la inversión privada, por ejemplo, exploración y explotación de yacimientos marítimos, una reforma educativa con evaluación de profesores y clases. No se explican adecuadamente, hay resistencias. Lamentablemente se desborda la corrupción entre altos niveles de la administración pública, están involucrados varios gobernadores. Un grupo de alrededor de 10 son encarcelados o son prófugos, emplazados a juicio. Esto desprestigia mucho al PRI. López Obrador es un líder populista, carismático, explota muy bien las deficiencias del gobierno, la corrupción, la falta de contacto de las élites con el pueblo, la desigualdad, el mediocre crecimiento y gana las elecciones. Se inicia una nueva etapa en la historia de México.

VIII. EVALUACIÓN DE LA REVOLUCIÓN Y SUS GOBIERNOS.

1. La Revolución Mexicana es considerada la primera revolución social del siglo.

2. Se plasmó en una Constitución -la de 1917- de vanguardia, fruto de una Convención Constituyente verdadera -la de Aguascalientes.

3. Venustiano Carranza, artífice de la Constitución y de los primeros años de gobierno del régimen de la Revolución, fue un muy buen Presidente.

4. El Presidente Cárdenas fue el que mayor esfuerzo hizo en traducir los preceptos de la Constitución a programas de gobierno: reforma agraria, propiedad del subsuelo, políticas sociales.

5. El Presidente Calles y el “Maximato” que dominó, fue uno de los periodos de más importantes creaciones de instituciones, que debe considerarse legado del nuevo Régimen: creación del Banco de México; reorganización de un sistema bancario desquiciado y primeros bancos de desarrollo: Banco de Crédito Agrícola y Banobras. Comisión Nacional Bancaria.

6. Organización de un Ejército Profesional e institucional impulsado por el Gral. Amaro.

7. No se dio la militarización, ni los golpes de Estado que se dieron en América Latina.

8. Régimen de Estabilidad política, a partir del gobierno de Obregón.

9. Transformación de un movimiento y diferentes facciones en un Partido Institucional agrupando los 3 principales sectores.

10. Gobiernos con gabinetes meritocráticos con gente de probada experiencia en los sectores a su cargo: Hacienda, Obras Públicas, Educación, Salud, Relaciones Exteriores, Agricultura, Irrigación.

11. Gran labor educativa: Secretaría de Educación, Cruzada Vasconcelista, Torres Bodet. Impulso a la prestigiada UNAM con grandes Rectores, creación del Instituto Politécnico.

12. Gran tarea y creación de elementos de un Estado de Bienestar Social: Seguro Social, ISSSTE, Seguro Popular; en vivienda, el Infonavit, los fondos de vivienda.

13. Prioridad presupuestaria asignada al desarrollo de la Infraestructura de obras públicas y comunicaciones: carreteras, puertos, aeropuertos, obras de irrigación, electricidad, gran cuerpo de ingenieros.

14. Continuos ajustes ante cambios en las circunstancias y nuevos problemas: movimientos pendulares en los sexenios, movilidad social y política.

15. Política exterior prestigiada y activa.

16. Constantes reformas políticas y electorales: contribución de Reyes Heroles: representación proporcional y papel de minorías, instituciones para credibilidad de procesos electorales: INE, Trife.

17. Política de apoyo al campo: instituciones: Banrural, bancos agrícolas, aseguradora, Conasupo, precios de garantía.

18. Bajo la estrategia desarrollista se dio el periodo de más rápido crecimiento de nuestra historia, 6% anual de 1935 a1970.

IX. El periodo de destrucción de la 4T y su continuidad, 2018-2024.

Las características del nuevo gobierno de la 4T se identifican por sus “slogans”: “primero los pobres”, “combate a la corrupción”, “separar el poder político del económico”, “austeridad republicana”. ¡No se cumplió ninguno! Entre los colaboradores, “lealtad sobre experiencia y competencia”. Su gabinete es el menos competente de la historia de México. Lanza los programas llamados del Bienestar, fundamentalmente transferencias de dinero directos en efectivo, que sirven para moderar la pobreza y generar 30 millones de beneficiarios, con lo cual tiene los votos para ganar elecciones: apoyos a adultos mayores, becas Benito Juárez para estudiantes, “sembrando vidas”, apoyo al campo y deforestación, etc., pero no la da los medios para superar la pobreza: ha generado un serio deterioro de la calidad de la educación, el acceso a la salud y las medicinas, suprimiendo el Seguro Popular.

Lanza un programa de desarrollo regional de apoyos al Sureste, el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas. Todos fracasan con sobrecostos y subsidios. La inversión pública es baja y mal asignada. Involucra al Ejército en la ejecución de estos proyectos, convirtiéndola en una Secretaría de Obras Públicas. En cambio, cancela el gran proyecto de un gran aeropuerto en Texcoco, lo remplaza por el incomunicado AIFA. El crecimiento es de menos de 1% durante el sexenio, uno de los más bajos de nuestra historia reciente. Al principio mantiene un razonable déficit fiscal, inferior al 3% del PIB, pero con la alta prioridad de ganar elecciones lo eleva a un desequilibrio del 6% con elevada deuda.

Va quedando claro que su objetivo principal es conservar el poder y aumentarlo. Es un gobierno populista autoritario. Quiere socavar o destruir la democracia, eliminando la división de poderes, todos los contrapesos. Por ello quiere destruir el Poder Judicial, que lo contuvo. Cooptar al INE y al Tribunal Electoral, lograr una mayoría calificada que permita estas reformas constitucionales sin límite. Sus grandes problemas es que permite una corrupción desbordada que se ejemplifica con el mayor contrabando de la historia, el “huachicol fiscal”. Según pruebas que han aparecido, parecen involucrados en la corrupción familiares y su brazo derecho Adán Augusto. En altas esferas de Morena no hay austeridad. Su mayor problema es que su teoría de “abrazos y no balazos”, permitió un crecimiento desbordado del crimen organizado, que llega a capturar zonas del país, procesos electorales en amplia complicidad con funcionarios públicos a todos los niveles. Los niveles de violencia alcanzan números históricos en términos de muertes, más que en la Guerra de Ucrania. Lo cual provoca un amplio rechazo.

El “segundo piso de la 4T”, en el nombre expresa la continuidad. Hay algunos cambios obligados por las circunstancias: la eficacia de García Harfuch en el combate al crimen organizado con gran presión norteamericana; cierta mejoría en la capacidad técnica de algunos miembros del gabinete, la necesidad de una consolidación fiscal, la relación de diálogo y no confrontación con Trump. Por lo demás subsisten los graves problemas que están brotando por todas partes que tienen al gobierno en una situación de crisis y, al país, al borde de la ingobernabilidad. Ello debe obligarnos a realizar cambios fundamentales en las políticas y en las personas que las aplican, reconstruir valiosas instituciones, ahora destruidas, y convocar a la Unidad Nacional y no a la confrontación.

X. ¿Cómo contrasta la destrucción de la 4T con el proceso de reconstrucción, derivado de la Revolución?

De lo escrito anteriormente puede hacerse un contraste entre el legado y avances derivados de la Revolución de 1910 y, la destrucción y regresión derivada de la 4T. Ciertamente entre el periodo entre 1910 y 2018 hay claros y oscuros, crisis, pero un periodo de progreso y creación institucional, y resultados positivos demostrables.

Frente a la actual situación de “estancamiento crónico” se dio, bajo el desarrollismo, un periodo de crecimiento acelerado durante más de 3 décadas de crecimiento anual de 6%. Frente a la marcha hacia el autoritarismo y la destrucción de la democracia, la eliminación de los contrapesos de la división de poderes, se generó un proceso, no acabado de transición a la democracia con instituciones electorales confiables. Frente a un gobierno que pierde la capacidad de administrar con colaboradores designados por “lealtad y no competencia”, que permite corrupción desbordada, se conformaron gobiernos con los mejores expertos en cada ramo, como obras públicas, Hacienda, educación, medicina. Frente a la política de “bienestar”, a través de dádivas para mitigar la pobreza, pero sin dar los medios para superarla, teniendo como principal objetivo capturar votos; tuvo lugar la construcción de una política social verdadera con desarrollo institucional en educación, salud y empleo, y así superar la pobreza. Frente a un ejército desviado de sus funciones a actividades empresariales que lo pueden corromper, hubo la formación de un ejército profesional e institucional que, a diferencia de otros países, no realizó golpes de Estado. Frente a una total tolerancia (abrazos y no balazos) y una complicidad con un crimen organizado desbordado, hubo un razonable ejercicio de la autoridad y control de la inseguridad. Frente a una ausencia o carencia de una política exterior y un auto impuesto “aislacionismo”, se generó una política de relaciones exteriores digna y prestigiada, sustentada en un servicio exterior de carrera. Frente a un clima de confrontación y polarización, gobiernos como el de Ávila Camacho promovieron la unidad nacional.

Reflexión final.

La tarea de la Presidenta Sheinbaum debe actuar para corregir el rumbo: recuperar la senda hacia la democracia con contrapesos, acelerar el desarrollo incluyente con crecimiento acelerado e inversión, aprovechar los retos externos para el fortalecimiento interno de nuestra economía, reconstruir instituciones, una política educativa para preparar a nuestra juventud para la era digital y muchos otros temas de trascendencia, como recuperar el Estado de derecho, la paz y la seguridad, y con ello, la confianza. ¡O se aprovecha la crisis para hacer los cambios de política necesarios, como en otras etapas de nuestra historia, o se derrumba el “Segundo Piso” (como el Metro), ¡porque se debilitaron sus pilares fundamentales de la estabilidad!

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