Sin duda, uno de los precios clave de la economía que mejores resultados ha venido presentando en el gobierno actual, es la fortaleza del peso mexicano respecto al dólar norteamericano. Recordemos que desde 1995, el tipo de cambio está sujeto a las fuerzas del mercado. Esto significa que su precio depende del comportamiento de la oferta y de la demanda de dólares. Si se incrementa la oferta de dólares en el país sin que aumente la demanda de dólares o esta se mantiene constante, lo más probable es que el tipo de cambio peso-dólar se aprecie. A manera de ejemplo, el 1 de noviembre de 2021, el tipo de cambio interbancario a 48 horas, al cierre de la jornada se cotizaba en 20.8195 y el 31 de mayo de este año cerró en 17.6886. Lo anterior representa un ahorro de 3 pesos con 13 centavos, ¿qué razones económicas están detrás de esta apreciación del tipo de cambio?

Bajo la óptica de una política cambiaria de tipo de cambio flotante o de mercado, una apreciación del tipo de cambio del peso-dólar puede ser resultado de un aumento en las reservas internacionales. Aunque no está relacionado directamente, como podría ser bajo un régimen de tipo de cambio fijo controlado por el gobierno, sí le impacta indirectamente al otorgarle mayor confianza al peso mexicano. Entre más altas son las reservas, mayores son las expectativas de un peso más fuerte. El 5 de noviembre de 2021 se ubicaban en 198 mil 919.7 millones de dólares y al 26 de mayo de este año en 202 mil 511.8 millones de dólares. Otro factor importante que ha contribuido al fortalecimiento del peso es el ingreso de más inversión extranjera directa, ya que implica mayores entradas de dólares por concepto de inversión productiva. En el último trimestre de 2021 fue de un poco más de 3 mil millones de dólares y en el primer trimestre de este año ascendió a 18 mil 636 millones de dólares. Un factor no menos importante ha sido la entrada de las remesas familiares; en noviembre de 2021 el ingreso fue de 4 mil 662 millones de dólares y para abril de este año creció a 5 mil millones de dólares.

En esta explicación no podía faltar el papel que ha venido desempeñando el sector externo. Recordemos que un aumento de las exportaciones implica una entrada de dólares. Por el contrario, un aumento en el pago de la importación conlleva a una salida de dólares del país. Ambos indicadores combinados nos arrojan un saldo que actúa a favor o en contra del peso. Desde noviembre de 2021 y hasta abril de 2023, el saldo promedio es deficitario por un valor de mil 802.5 millones de dólares.

Por último, están los aumentos en la tasa de interés. Recordemos que cada vez que suben las tasas de interés del mercado, los inversionistas nacionales y extranjeros, en su afán de incrementar sus rendimientos en instrumentos de renta fija, están buscando aquellas inversiones que ofrezcan la tasa de interés más altas y atractivas. En este sentido, el Banco de México, en su política de bajar la inflación, ha tenido que recurrir al incremento de la tasa de interés. En noviembre de 2021 la tasa de interés de los Cetes a 28 días estaba en 5.05% y el mes pasado se ubicó en 11.32%, muy por encima de la tasa de interés de EU de 5% o de la Zona Euro de 3.75%, lo que ha permitido un flujo importante de dólares por concepto de inversiones en bonos gubernamentales.

En síntesis, la fortaleza del peso mexicano se la podemos atribuir a un conjunto de factores como los mencionados anteriormente, combinado en cierta parte con un debilitamiento del dólar norteamericano.

Académico de la Universidad del Valle de México, Campus Lomas Verdes

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