Miguel “El Torito” Barbosa
es inocente. Tenía razón, no era una barbosada, los ricos son los culpables de la pandemia, el coronavirus es cosa de los ricos.
Es normal que usted haya dudado de Barbosa, pues es un político de dudosa reputación científica, pero para que vea que son malos los prejuicios, la teoría de don Miguel ya ha sido avalada por un científico de talla internacional, nada más y nada menos que por el doctor Hugo López-Gatell, quien dijo que se puede comprobar científicamente que el coronavirus causante de la pandemia de Covid-19 fue traído a México por los ricos . Se comprobó, fueron esos malditos ricos los que trajeron el mal al país.
Y ahora, no dude que en las próximas semanas don Hugo, famoso por la exactitud de sus cálculos, dé a conocer al mundo que Barbosa también estaba en lo correcto y se ha encontrado la cura en México, específicamente en Puebla, de la enfermedad llamada Covid-19.
Verdad que ahora ya no le suena tan descabellada aquella declaración de Barbosa quien dijo que se había “descubierto que la vacuna contra el coronavirus es un plato de mole de guajolote”. Seguro usted es de los que se burló de él, como lo hizo también cuando dijo que solo los ricos se contagian de Covid y que “los pobres somos inmunes”.
Pues a ver ahora donde mete la cabeza cuando el doctor López-Gatell salga a avalar el descubrimiento científico de Barbosa y declare que Puebla será, nuevamente, heroica pues uno de sus hijos más distinguidos encontró la cura a la mortal enfermedad que aqueja al mundo.
Pero la vida es muy caprichosa. Por un lado da una gran satisfacción y por el otro viene el golpe.
¿Se ha puesto a pensar que ahora que sabemos que la enfermedad es de los ricos, el presidente Andrés Manuel López Obrador se podría quedar fácilmente sin la mitad de su gabinete?
Sí, ¿cómo de que no? Piense usted que aunque para pertenecer a la Cuarta Transformación hay que hacer un voto de pobreza, hay varios secretarios que no solo tienen un par de zapatos, sino dos -y de marca italiana-; y también hay otros que no solo tienen una casa, sino seis o 23.
Recuerde el pasaje de la biblia de la 4T que hace un par de semanas fue recordado a todos los mexicanos y que dice que en aquellos tiempos el profeta dijo a sus apóstoles: “Si ya tenemos zapatos, ¿para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso. Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado, ¿por qué el lujo?”.
Recuerde que el mismo líder máximo ha dicho que el dinero es el demonio, así que de alguna forma ya había advertido que este endemoniado mal sería ocasionado por los dueños del dinero, los ricos, y ahora Barbosa y López-Gatell vienen a dar fundamento científico a la palabra del señor Presidente.
Y para que vea que la ciencia no miente, aquí le va la comprobación puntual de la teoría:
¿Se contagió o no se contagió de Covid-19 la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval ? Claro que se contagió, es rica, y por lo tanto estaba dentro del grupo de riesgo. Como toda académica en este país juntó dinero suficiente y con el apoyo de su señor esposo, también académico, fueron juntando sus sueldos, sus donaciones, sus herencias y al cabo del tiempo, así, sin darse cuenta ya eran ricos. Ahora tienen, como muchos académicos, seis casas valuadas en varios millones y cuentas bancarias en Estados Unidos y Francia.
Afortunadamente, doña Irma logró vencer a la Covid-19 y sigue combatiendo sin cuartel la corrupción en el actual gobierno. La secretaria la libró; pero si ella, con solo seis casas, se contagió… imagínese el riesgo que corre Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad con sus 23 casas.
Y si sigue sin creer que esto del Covid es solo para ricos, échese este trompo a la uña. El mismísimo director del IMSS, Zoé Robledo, quien según su declaración patrimonial ganó en un año la bicoca de un millón 723 mil pesos, también se contagió.
Y usted dirá: ¿cómo es que se contagió por esa mísera cantidad, por esa baba de perico? El problema es que el año pasado don Zoé declaró ingresos por 6 millones 810 mil pesos, lo que de inmediato lo colocó en el rubro de los ricos. Afortunadamente, Robledo se curó y ahora vive para contar su historia, y sus millones.
Ve usted como el asunto no es menor, hay muchos ricos en el gabinete y en los altos mandos del gobierno. Nombre, si el riesgo es alto.
Por ejemplo, el caso del Alfonso Romo, quien además de su fortuna, ganada como empresario antes de jurar pobreza para la 4T, se ha hecho de sus buenos pesos en su puesto en la administración federal. Así es, mire usted, este año de apostolado y austeridad republicana, el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, tuvo ingresos por más de 15 millones de pesos.
Dirá usted que para un empresario de la talla de don Poncho es una cantidad menor, pero en algunos lugares fuera de San Pedro Garza García con 15 millones de pesos se puede comprar más de un par de zapatos, algo de ropita y varios autos modestos. Con tanto dinero es un milagro que Romo no se haya contagiado, así que a tocar madera don Poncho, para que siga con salud.
Otro Poncho, que también ha burlado a la enfermedad, es Alfonso Durazo , secretario de Seguridad Pública, quien este año, entre su sueldo y otros ingresos por actividades empresariales y de asesoría logró juntar poco más de 7 millones de pesos. Este fue un buen año, sin duda, pues en su pasada declaración solo registró ganancias por 2 millones.
Don Poncho Durazo es digno de admiración, pues pese al trabajo que tiene para garantizarnos la seguridad y bajar los índices de violencia, aún le queda tiempo para tener actividades empresariales y asesorar, además de hacerlo con el Presidente, a alguien más. El problema es que Durazo está en el grupo de riesgo por ser rico y aunque no es un potentado -hay años que un miembro del pueblo bueno no logra juntar los 7 millones- está lejos de la pobreza que, según Barbosa, otorga inmunidad.
Ojalá y don Alfonso siga con mucha salud, la necesita, pues solo le quedan unas cuantas semanas para cumplir con la promesa de la 4T de acabar con la violencia, el crimen y pacificar el país, antes de que deje el cargo para ir a competir por el gobierno de Sonora con la satisfacción de haber cumplido con la misión que le fue encomendada.
Un caso verdaderamente preocupante es el de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero , quien reportó ingresos en el últimos año por 10 millones 688 mil pesos. Aunque eso para doña Olga seguro es pobreza; sin duda en los niveles en que ella se mueve, una persona que gana 10 millones es un pobretón. Para fines prácticos, esos miserables 10 millones la ponen en el grupo de riesgo de contagio según la escala Barbosa-Gatell.
¡El caso es que en el gabinete el más… humilde tiene su Rolex de oro!, y eso representa un riesgo de gobernabilidad para el país, pues en uno de los múltiples picos de la pandemia se nos puede ir medio gabinete… y luego dónde se van a encontrar mujeres y hombres que con tanto desinterés y tan poco dinero quieran hacer una Cuarta Transformación.
Por lo pronto, y mientras la Organización Mundial de la Salud lo avala, como vacuna que vayan sirviendo en Palacio Nacional grandes platos de mole de guajolote para el Presidente y todo el gabinete. ¡Y todos a dar gracias a la vida que nos ha dado tanto!
ME CANSO GANSO: LA 4T LOS PRINCIPIOS DE MARX:
En la izquierda están:
Los ideales.
La honradez.
La verdad.
El humanismo.
El liberalismo.
Y…
El Rolex de oro…
El gran Groucho Marx dijo: “Damas y caballeros, estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”. Y eso que el genial humorista estadounidense no conoció cómo se las gastan en la 4T.
ME CANSO GANSO II.- ¿QUÉ HACEMOS CON LOS RICOS?
Hace unas semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que está muy claro que en esta administración se privilegiará a los pobres, que tendrán una vida mejor, y pidió hacer una reflexión. “La pregunta ahora es, ¿qué hacemos con los ricos?”. La respuesta es muy sencilla: hagámoslos secretarios de Estado y altos funcionarios de la Cuarta Transformación.
ME CANSO GANSO III.- HIMNO DE LOS ACKERMAN-SANDOVAL:
Ahora que la música está de moda, en la 4T se canta esto: Gracias a la vida que me ha dado tanto…. Nos ha dado un hueso, y millones a pasto.
