El Senado de la República, tiene varias iniciativas para reestructurar al Poder Judicial, ya se ha visto, que la justicia federal, no pasa por su mejor momento, ya que ha estado en constante confrontación con los otros poderes y no goza de la confianza social y por eso la existencia de varias iniciativas de ley que pretendan su restructura; con estas iniciativas, se ha dicho que se pretende afectar su autonomía e independencia, pero eso no tiene sustento, pues basta estudiar el nivel de confianza y eficacia que tiene el sistema de justicia en nuestro país, para darnos cuenta que, sí es necesario su reforzamiento.

Una de las iniciativas, propone, que los ministros de la SCJN ya no serán nombrados por el Presidente de la República, ahora, se propone la participación de agrupaciones de la sociedad civil y se haga a través de un procedimiento organizado por el Consejo de la Judicatura Federal; una institución pública, a la que también hay que reforzar; igualmente se propone en esa iniciativa, que se desvincule la representación del Consejo de la Judicatura Federal (CJ) y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues hasta hoy día, el Presidente de la Corte, es también el Presidente del CJ; la ONU, a través de sus relatorías, al igual que el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos del cinco de diciembre de 2013, llamada “Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia: Hacia el fortalecimiento del acceso a la justicia y el estado de derecho en las Américas”, han recomendado al Estado mexicano, que eso no es correcto, pues se deben separar, atendiendo a esta recomendación internacional; el Senado también propone, que el cargo de Ministro de la SCJN sea por seis años, con la posibilidad de un solo periodo para reelegirse; actualmente, los ministros duran en el encargo 15 años, y luego siguen formando parte de la Corte, con el nombramiento de “ministros en retiro”, mismos que tienen un sueldo vitalicio por el cargo que siguen ostentando.

En cambio, la iniciativa que mencionamos, ya no tiene estas canonjías; de prosperar y modificar el procedimiento para la designación de ministros, seguramente podría haber una serie de confrontaciones legales, ya que en las reglas de la ONU, sobre el nombramiento y designación de jueces, tienen una serie de garantías, en las que, deben permanecer en el cargo, mientras garantizan la eficacia del desempeño en su función, esto lo dicen los Principios Básicos de Independencia de la Judicatura Internacional de Naciones Unidas. La iniciativa, podría tener modificaciones en este sentido, una vez que se lleven a cabo los debates parlamentarios entre los senadores; seguramente, esta iniciativa, pondrá el debate de las ideas de un nuevo estilo para nombrar a ministros de la Corte, así como también quizá, que, por primera vez, se empieza a escuchar las recomendaciones de la ONU en esta materia y en estos temas tan específicos como lo es, la integración y el manejo de un sistema judicial eficiente.

Ángel Durán
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