El senador Ricardo Monreal quiere ser presidente en 2024. Lo volvió a aclarar esta semana en el marco de la conferencia sobre América Latina que organizó el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales y Chatham House. Quiere ser el candidato y dijo que sabe por qué le han hecho la ley del hielo en Palacio Nacional.

Primero dijo que él es un político independiente, no un acólito y que “quizás por eso no me quieren”. Más adelante agregó que él se siente en el mejor momento de su carrera política. Con 62 años consideró que está en la cúspide de entusiasmo, lucidez y que entiende el frío del poder.

Se definió como un hombre multipartidista porque primero estuvo en el PRI, al cual renunció en 1997 para irse al PRD con Andrés Manuel López Obrador. Con el hoy presidente ha estado trabajando los últimos 24 años. Fue gobernador de Zacatecas bajo las siglas del PRD; senador por el PT y diputado por Movimiento Ciudadano. A Morena llegó como uno de sus fundadores. Así es que, en efecto, es multipartidista.

En el evento estaba una embajadora de un país nórdico que se me acercó al final de la plática de Monreal para decir que estaba muy sorprendida de que en México el ser multipartidista fuera motivo de orgullo y una medalla que presumir. Para ella, en su país esto representaría un símbolo de convicciones e ideología no muy firmes. Sería, de hecho, motivo de ataque de los adversarios.

Pero Monreal presumió su multipartidismo en el marco de la pregunta sobre si buscaría la candidatura presidencial del 2024 con otro partido de no obtenerla con Morena. Su respuesta: “He hablado con todos”. Y agregó que cuando él ganó la gubernatura de Zacatecas se fue con el PRD porque el PRI lo bloqueó y le negó la candidatura. Al arranque de la campaña, el PRD tenía el 5 por ciento de las preferencias en Zacatecas y al final, él ganó. “Cuando renuncié al PRI fue porque me excluyeron”. Más claro, ni el agua.

“Voy a luchar, pero tampoco seré suicida. Les puedo ganar si abren el debate de las propuestas y la experiencia”. Esto lo dijo después de aclarar que la elección de 2024 no está aún resuelta y que quien así lo crea, quien considere que está definida, está equivocado.

Monreal, como Sheinbaum , Ebrard y Adán Augusto, se encuentran en campaña. Sheinbaum estuvo en Tamaulipas el fin de semana, acompañando al candidato Américo Villarreal, a pesar de que la Ciudad de México tuvo tolvaneras y contingencia ambiental. Ella lo excusó diciendo que pidió que se le descontara el día de trabajo en la CDMX.

Ebrard estuvo en Cancún, apoyando a la candidata de Morena a la gubernatura, Mara Lezama, a pesar de que el viernes un juez bloqueó el intento de Biden por poner fin al Título 42 que ha generado una deportación masiva a México. Como el Título 42 iba a vencer el lunes 23 de mayo, las oleadas de migrantes se dejaron ir a la frontera con Estados Unidos. México tiene un problemón en la frontera norte, pero el Canciller está en campaña en Quintana Roo.

Monreal habló como candidato. Se definió como un simpatizante de izquierda, pero de la que gobierna países como Dinamarca. La izquierda que tiene como prioridad la educación y el cuidado al medio ambiente. La izquierda moderna, y no la otra izquierda a la que nos estamos acercando, dijo, en lo que claramente era hacer referencia a los países que no están convocados a la Cumbre de las Américas ―Cuba, Nicaragua y Venezuela― por los que ha abogado el presidente López Obrador ante Biden .

Sobre esta condicionante de AMLO a Biden, Monreal consideró que entiende como un intento por recuperar la solidaridad como gesto hacia el sur, algo que implica un riesgo alto por la tensión que genera en la relación con Estados Unidos. “Obviamente vendrá una reacción de Biden si el presidente López Obrador no asiste a la Cumbre.”

Con ello Monreal dejó bastante claras sus ideas, preferencias y proyectos hacia el 2024.

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