Cada año en la Cámara de Diputados se analizan las verdaderas intenciones del gobierno en turno y su mayoría legislativa, a través de la distribución del Presupuesto de Egresos de la Federación; por eso el clamor de las voces feministas puso el dedo en la llaga esta semana en San Lázaro: “sin recurso, es discurso”.

Y es que todo indica que, otra vez, las mujeres, la niñez y la adolescencia, somos los sectores invisibles para el autodenominado nuevo régimen. Las primeras hemos registrado puntualmente cada uno de los retrocesos en recursos y políticas públicas para acceder a nuestros derechos. Seguiremos levantando la voz hasta ser escuchadas o, como ya ocurrió en el proceso electoral de 2021, cobraremos factura en las urnas.

Para las niñas, niños y adolescentes (NNyA) es más complejo. Viven en constante peligro y su lucha es por sobrevivir, literal, al matrimonio o al trabajo infantil, a los embarazos adolescentes, a la violencia, a la situación de calle, a la falta de educación, a la escasez de vacunas —y no me refiero solo a las de Covid—, al nulo acceso a servicios de salud y hasta al reclutamiento de la delincuencia organizada .

Pese a las advertencias de cada año, el Presupuesto para 2022 no es nada alentador para nuestros menores. Datos del análisis realizado por Unicef sobre las prioridades del gobierno mexicano, revelan que “no responde a las crecientes necesidades que se han profundizado a raíz de la pandemia , pues destinará el 2.95% del PIB y 10.2% del gasto público total a NNyA, esto es, un total de 831 mil 097 millones de pesos”, que ni siquiera cubren el aumento de la inflación.

Las transferencias monetarias directas tampoco resuelven, pues si bien representan poco más de un tercio del gasto público, sólo 2% serán orientadas a NNyA. Asimismo, los recursos destinados a la infancia únicamente representan 10.2% del gasto social.

Al análisis del presupuesto, concurrimos las y los 500 diputados y emiten opinión todas las comisiones; ninguna voz sobra, todas hacen falta no solo para transparentar nuestra decisión, sino para tomarla con la responsabilidad que amerita definir a dónde irán los impuestos que pagan millones de familias en México.

Con esa convicción, una de las primeras acciones de quienes integramos la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia en San Lázaro, será la realización de un foro con organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales, académicos y dependencias de gobierno en materia de presupuesto para la infancia y la adolescencia, los próximos días 21 y 22 de octubre.

La intención es allegarnos de información de primera mano, a fin de emitir la opinión técnica que debemos remitir por ley a la Comisión de Presupuesto, para ser considerada en la discusión del Presupuesto 2022.

En la segunda legislatura de la paridad, llama la atención que esta comisión, formada hace apenas dos legislaturas, está integrada por mujeres y un solo hombre que tiene todo nuestro reconocimiento, porque la responsabilidad de las oportunidades que merecen NNyA para alcanzar sus sueños, es compartida.

La agenda es tan extensa como la diversidad y las necesidades de este sector que representa el 30 por ciento de la población total del país; la buena noticia es que es una comisión muy poderosa, en la que concurren mujeres de gran perfil por su preparación, experiencia y compromiso, dispuestas a dejar de lado las banderas partidistas y colocar en el centro de sus esfuerzos a NNyA, que no merecen la orfandad gubernamental.

Diputada. Presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia en la Cámara de Diputados.
@AnaLiliaHerrera

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