Con la pandemia por Covid-19, muchas cosas cambiaron el año pasado. Modificamos rutinas, guardamos sana distancia, utilizamos cubrebocas, nos lavamos las manos con mayor frecuencia, utilizamos gel sanitizante y nos quedamos en casa para protegernos.

Nos cuidamos más. Pero hubo algo que no cambió en el 2020, con respecto a 2019. Al menos, no significativamente. Según el más reciente informe del INEGI, el ciberacoso tuvo una disminución marginal en 2020 respecto al año anterior. Es decir, de quienes usamos internet, 21% vivimos alguna situación de acoso cibernético en los últimos 12 meses, lo que equivale a 16.1 millones de personas de 12 años de edad y más.

En 2019, esta cifra alcanzó el 23.9 por ciento. La realidad es contundente. Unos botones de muestra: El 64.6% de los hombres y 61.4% de las mujeres que, en los últimos 12 meses, fueron víctimas de ciberacoso,  conocían al agresor y recibieron críticas por su apariencia o clase social.

A mujeres y hombres la situación de ciberacoso experimentada en este periodo con mayor frecuencia es el rastreo de cuentas o sitios web, con 44.2% y 37.7, respectivamente. 35.9% de las mujeres encuestadas recibió insinuaciones o propuestas sexuales. 37.1% de los hombres fueron contactados mediante identidades falsas.

Un dato que llama la atención de esta encuesta levantada por el INEGI, entre el 5 de octubre y el 27 de noviembre de 2020, en 65 mil 190 viviendas de las 32 entidades federativas: 10.9 por ciento de las mujeres de 60 años y más consultadas fueron víctimas de ciberacoso durante la pandemia. Esto es casi el doble de las registradas el año anterior.

No tenemos abuela.

La Organización Mundial de la Salud define el maltrato a personas mayores como un problema importante de salud pública. El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores alerta que el abuso y maltrato ejercidos hacia este sector causan severas consecuencias en su integridad y calidad de vida, pueden provocar morbilidad física y mental, sentimientos de soledad, depresión, ansiedad, aislamiento social, inclinaciones suicidas y, en casos extremos, la muerte. Por ello, alista un “Protocolo-guía interinstitucional para garantizar una vida libre de violencia en contra de las personas mayores en México”, para atender las distintas problemáticas que enfrentan quienes tienen más de 60 años. En México hay más de 15 millones de personas adultas mayores de 60 años, casi 12% de la población mexicana, con una esperanza de vida en promedio de 75 años, en su mayoría funcionales, independientes y autónomas. En medio de esta pandemia, es urgente que se tomen medidas para atender a este sector poblacional, sobre todo cuando las redes sociales se han convertido casi en la única forma de contacto con sus seres queridos. Sí, cuidarnos más en esta tercera ola, pero también cuidarlos más a ellos. Se los debemos. Esta semana creció el número de contagios por Covid-19 en México. Afectó a los más jóvenes pero ellos pueden contagiar a sus mayores, sobre todo si no se han vacunado. A todos nos urge regresar a la “normalidad” pero este anhelo no puede estar por encima de la sensatez. Primero que todo está la salud. Lo demás es lo de menos.

Monitor republicano

No será necesario que la oposición se vaya contra la 4T. Lo harán ellos mismos. La ocurrencia de adelantar los tiempos de la sucesión presidencial solo distrae a los mencionados, los pone en el ojo del huracán, los enfrenta entre sí y los debilita. Peor no se podría.

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