El viernes, mientras el aniquilaba al Necaxa sin esforzarse mucho, recordé aquella vieja frase que solía escuchar en las comidas familiares: “Aquí, siempre copiamos lo malo”. Y es que, de cierta manera, ya logramos emular a las grandes Ligas de Europa. Pero no en el ritmo o la calidad del juego, sino en la disparidad que las caracteriza. El dinero ha provocado que sea (casi) imposible que la mayoría le pueda hacer partido a los más poderosos.

Los Rayados de Javier Aguirre son el plantel más caro de México ; están valuados en algo así como 86 millones de euros, mientras que el Puebla es el más barato, araña los 21 millones de billetes europeos. De ese tamaño es la brecha y, por eso, vemos partidos como el Necaxa-Monterrey, en el que los regiomontanos destrozaron a los Rayos casi sin querer. Hubo muchos goles, eso es cierto, pero no hubo espectáculo, ni mucho menos. Que haya anotaciones no siempre es sinónimo de calidad.

Para el sábado en la noche, volví a recordar mi infancia. Pero esta vez fue con una sonrisa, y es que me vinieron a la mente mis superhéroes (por llamarlos de alguna manera) favoritos: Asterix y Obelix . Ese par de galos que, mediante una poción mágica, desafiaban libro a libro el poderío del glorioso Imperio Romano. En aquella historieta francesa, una pequeña aldea perdida en medio de la Galia (lo que hoy es Francia) con todo en contra, rechazaba cada avance romano.

¿Por qué me acordé de Asterix y Obelix? Porque el humilde Puebla se metió a la cancha de Tigres y, sin ninguna poción mágica, se llevó los tres puntos. Eso me hizo pensar en que, a pesar de las monstruosas diferencias económicas que hay en nuestro futbol, David le puede ganar a Goliat. Es más, tan se puede, que Pumas es el líder del torneo y los universitarios ocupan el penúltimo lugar en valor de su plantilla.

Pumas destrozó al Toluca, que lo duplica en valor, y venció a Querétaro, que sí es de “su Liga”. Pumas , en el último año y medio, ha dado bandazos; en el Guardianes 2020, fueron subcampeones, en el Guardianes 2021 no alcanzaron ni repechaje y el torneo anterior cayeron en semifinales. Lo de Puebla sí es una constante. Las formas de ambos pueden gustar o no, pero lo que es una realidad es que el resto de los equipos “pobres” deberían verse en ese espejo para tratar de competir con dignidad, sin importar la brecha presupuestaria. No digo que vayan a ganar mucho y menos que serán campeones, pero mínimo que metan las manos.

Adendum

. Knut anda medio sacado de onda, y eso que ganó su Cruz Azul. Ayer tuvimos una videollamada y estaba desencajado, me preguntó seis veces si lo de Marco Fabián era verdad. Ni me dejó responder y le colgué.

futbol@eluniversal.com.mx

 
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