Después de un par de meses con más números rojos en la boleta de los aceptables en mi casa (en esa época la libreta de calificaciones se llenaba a mano y las reprobadas iban en rojo, rudeza innecesaria creo yo), por fin llegué con todo en tinta negra como corresponde. Evidentemente, la entregué feliz, pero, para mi sorpresa, también me tocó sermón. En resumen, me dijeron: “ya viste que sí eres capaz”, y “bla bla bla”.

Tranquilos, no estoy melancólico ni me estoy desahogando con ustedes. Les cuento eso porque el viernes pasado, a eso de las 7:55 de la noche, me acordé de ese momento. Y es que después de ver, sin temor a equivocarme, los mejores 45 minutos de todos los partidos en que me tocó trabajar a lo largo de este torneo, justo pensé eso: “De que pueden, pueden”.

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Fue en el

contra Mazatlán . El cuadro de Pablo Guede jugó un primer tiempo maravilloso. A buen ritmo y con intensidad, y no me refiero sólo desde lo físico, porque al final, ¿correr?, cualquiera puede. No, el Necaxa jugó así con y sin la pelota. Tocaban y se movían sin parar. Ojo, esto no es una crítica a Memo Vázquez ni mucho menos. Esto es una crítica a todo el futbol mexicano.

Si el Necaxa , con todas las limitaciones que tiene su plantilla, lo puede hacer, por qué los equipos con mayores presupuestos no lo hacen. Es histórico que el buen juego lo vemos solo en la Liguilla y es, hasta cierto punto, lógico. En esa instancia se enfrentan los mejores en duelos de eliminación directa. Pero si uno de los conjuntos humildes del campeonato dio muestras de ese bien jugar, ¿por qué debemos conformarnos?

Está claro que se puede, Pero también está claro que no se quiere. Y es que el sistema de competencia fomenta la mediocridad. ¿Para qué me esfuerzo durante 17 jornadas, si puedo pelear por el título siendo el 12 de la clasificación? ¿Para que esforzarse y desgastarse? Y, desde el punto de vista pragmático, se entiende. Pero, ¿y el aficionado?, ¿de verdad piensan que con el nivel que se muestra cada jornada, van a enamorar a los clientes del futuro?

En un entorno en el que se juega a no perder, Pablo Guede le inculcó a su equipo jugar pensando en la portería rival. De que se puede se puede, ojalá alguien más lo haya notado. Porque, la verdad, el nivel mostrado durante el torneo tendría que ser suficiente para que todos los clubes fueran sometidos a un sermón como aquel que me tocó hace años.

ADENDUM

. Pensé que Knut me iba a liquidar porque el Cruz Azul le ganó al América , pero no lo hizo. En lugar de eso me llamó para hablar de las Chivas . Creo que anda más preocupado por cómo anda el Guadalajara que los que trabajan ahí.

@lopez_sordo

 
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