Hay finales que dejan al espectador con más dudas de las esperadas. Quién no ha salido del cine, tras ver una muy buena película, sin tener tan claro qué pasó cuando terminó la película. Esos cierres que dejan abierta a la interpretación de cada quien la conclusión de la historia suelen dejarnos con más preguntas que certezas.

El pasado domingo por fin cayó el telón del Apertura 2019. Y ya que hablamos de cine, si esto hubiera sido un filme, mientras los jugadores del Monterrey festejaban eufóricos en la cancha del Azteca en la pantalla habrían aparecido las palabras “THE END”. Y con la aparición de esa leyenda indefectiblemente aparecieron las interrogantes que surgen naturalemente ante un final difícil de entender.

Tras unos primeros 45 minutos brillantes, el América era amo y señor. La final parecía definida y más de un aficionado rayado solo esperaba que no hubiera humillación.

Entonces ¿por qué el América no salió a jugar el complemento con la misma intensidad? En ese momento el partido seguía siendo de un gol, una anotación de la visita forzaba la prórroga y una de los de Coapa liquidaba el encuentro. ¿Por qué caminar por la cornisa cuidando una ventaja mínima?

Otra de las grandes incógnitas que rodean a esta final es ¿ Monterrey echó para atrás al América o fue decisión propia de los de amarillo? En caso de que haya sido una determinación de las Águilas habría que cuestionarse si fue decisión del entrenador o si el instinto de supervivencia inconscientemente llevó a los jugadores a preferir la cautela por sobre el arrojo que tan buenos dividendos les había dado.

Con el resultado puesto es injusto poner en tela de juicio los cambios realizados por un entrenador, pero la salida de Richard Sánchez resultó inexplicable. El paraguayo era la rueda de auxilio de Guido Rodríguez y encima generaba peligro.

Mucha gente también se pregunta el por qué Castillo, de semestre plagado de lesiones que lo alejaron de su real potencial, fue designado como cobrador en la tanda de penaltis y por qué abrió él y no Aguilera. Si fue decisión del DT es inexplicable y si fue por berrinche del atacante, peor. Esa es otra pregunta imposible de responder, ya que es un decisión supeditada en su totalidad al resultado. Si anotaba era una decisión lógica y valiente por ser un futbolista de jerarquía a pesar de no estar en su mejor versión. Hoy, tras fallar, es el villano.

La gran y última duda es ¿la final la ganó Rayados o la perdió el América ? La diferencia es sutil entre ambas posibilidades y como en las películas dependerá de la óptica de cada quien. En mi caso, considero que el título lo perdió el América. Pero ojo, eso no quita que Monterrey sea un dignísimo campeón.

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