Don Manuel siempre estaba impecablemente vestido, bien peinado y con los zapatos boleados a la perfección. Nada espectacular, pero todo como corresponde.
De su coche, se podía decir lo mismo: No era ni viejo, ni nuevo; no era de alta gama, pero tampoco el más baratito.
Eso sí, siempre relucía de limpio y jamás le vi un golpe o rayón. Además, vivía en un departamento en una colonia normalita.
A simple vista, don Manuel parecía una persona común y corriente de clase media mexicana, hasta que...
Un día, siendo yo un adolescente que trabajaba como mensajero y, por azares del destino, debí entregarle unos cheques a don Manuel. No venían en sobres, por lo que vi la cantidad y de inmediato pensé que el viejo era un farsante.
El señor, tras la entrega, y al notar mi cara de asombro, me dijo: “No ando presumiendo lo que tengo para que nadie me ande pidiendo”. Yo no dije nada y —con el tiempo— me explicó que disimulaba su riqueza, no por prángana, sino para evitar problemas con amistades y familiares, pero que en las vacaciones —cuando nadie lo veía— se desquitaba.
Desde el domingo, he pensado que la Liga MX debe ser como don Manuel. Aunque seguramente es por codos, a diferencia de aquel señor.
Y es que cómo es posible que un certamen del tamaño del nuestro no haya instalado el VAR con todos sus juguetitos.
No es posible que tengamos que esperar entre cuatro y seis minutos para determinar si un gol es o no es, por posible posición adelantada. En el futbol mexicano sobra lana como para poder implementar el fuera de lugar semiautomático.
Es más rápido, mucho más claro y, aunque dé el mismo coraje que invaliden una anotación por dos milímetros, al menos con ese software queda todo más claro que con los vectores (que funcionan muy bien) y se pierde mucho menos tiempo.
En Mazatlán, el sábado, parecía que se estaban jugando tiempos extra, por el agregado sobre el agregado. Y —encima— en plena compensación, hubo que invalidar dos goles por posición adelantada.
Evidentemente, se tenían que invalidar los goles, sin importar el minuto, pero es una locura que en la parte más dramática del encuentro se tengan que parar las acciones por lapsos tan largos para revisar una acción que con la tecnología más avanzada se resolvería casi al instante.
Don Manuel se desquitaba en vacaciones; la Liga MX no tiene esa posibilidad, así que ya va siendo hora de que ganen un poquito menos, en pos de mejorar el producto.
Adendum. “¿Empiezas a sentir miedo?”, me escribió Knut, tras el triunfo del Cruz Azul.
Una vez más, le expliqué que lo importante es el cierre y que habrá que ver qué Cruz Azul aparece en diciembre.
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